4 de agosto de 2014

Este lunes 4 se cumplen 68 años del terremoto del 4 de agosto de 1946

El terremoto del 4 de agosto de 1946 de magnitud 8.1 en la escala de Richter, con al menos dos “replicas” de magnitud 7.9, una de ellas el 8 de agosto, y un tsunami que arrasó a Matancitas, es el más grande registrado por instrumentos en la parte Este de la Isla Hispaniola, es decir, en nuestro país. Su epicentro fue localizado en Miches.


Hoy experimentamos la dicha de tener entre nosotros un gran número de testigos de aquella experiencia, para muchos de nosotros parcialmente desconocida por aún no haber nacido y para muchos otros que sí la vivieron, sencillamente espeluznantes. 


Recordemos que durante un buen tiempo hubo que enviar médicos a inyectar parte de la población más afectada porque el terror que las apoderó les destrozó su sistema nervioso. Aquello no paraba; y ese ruido enloquecedor que acompaña los terremotos se sembró en lo más profundo de nuestra población más afectada y casi los lleva a la locura.

Sus consecuencias inmediatas fueron grandes daños a la agricultura, vías terrestres, puentes, rieles de ferrocarril y edificaciones públicas y privadas, hubo alrededor de 2,500 víctimas, y un número indefinido de desaparecidos. 

Este terremoto nos dio la oportunidad de vivir en carne viva un escenario inesperado, totalmente desconocido y lleno de incertidumbres. 

Fue necesario traer al Padre Joseph Lynch de la Universidad de Fordham, para que explicara a la academia y a la población en general lo que significaba: los orígenes de este fenómeno, lo que había sucedido y lo que seguiría sucediendo en el futuro, con miras a tranquilizar la población. 

Esta visita fue determinante para nuestro país, porque de ahí se desprendieron dos hechos importantes; el primero fue la creación del Instituto Sismológico Universitario, ISU y el segundo, la formación del primer ingeniero sismólogo del país que fue el ingeniero Héctor Iñiguez Pérez, graduado en la universidad de Fordham y uno de los fundadores deSODOSISMICA.

La primera consecuencia importante provocada por este terremoto, fue modificación inmediata de la ley 675 de construcción que había sido aprobada en 1944 y que a raíz de este terremoto fue modificada en 1946, estableciendo cambios importantes en el sistema constructivo.

Hoy 68 años después, la República Dominicana exhibe como parte de sus luces en para la garantía del desarrollo de las obras de infraestructura del país, parte de sus logros más trascendentes:

Hoy es un día para honrar a los fallecidos y a los desaparecidos de ese terremoto cuyo significado es trascendente para todos los dominicanos.

Hoy es un día que nos invita a una profunda reflexión y queremos aprovecharlo para compartir la preocupación del Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, quien a raíz de unas declaraciones deONESVIE, recientemente expresó en el Periódico HOY el 25 de julio: “que las escuelas de la provincia de San Cristóbal que presentan alta vulnerabilidad a sismos son edificaciones antiguas levantadas hace varios años cuando no existía el Código de Construcción Antisísmico”. 

Esta admisión pública de que los planteles escolares existentes antes de la salida del nuevo reglamento sísmico tienen deficiencias ante la presencia de los terremotos coincide con el llamado a la atención que la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica, SODOSISMICA, ha venido observando por más de 35 años y es oportuno en esta ocasión decirle que nuestra sociedad, está en la mejor disposición de colaborar, de unir esfuerzos con el MOPC, ONESVIE y elMINERD, en la revisión, diagnóstico y planteamiento de los refuerzos necesarios, para que esas escuelas vulnerables que a nivel nacional son más de 6,000, puedan ser evaluadas y eliminada su vulnerabilidad.

Estamos conscientes de que no hay magia que valga en estas cosas, pero si sabemos que AUN TENEMOS TIEMPO. 

Esta iniciativa o propuesta que ponemos sobre la mesa, que a su vez puede tener su sustento económico dentro del 4 % y que sería una fuente extra de trabajo para nuestros profesionales y otro aporte al movimiento natural que las obras ofrecen al dinamismo de la economía en cada lugar que se implementan, seria sobre todo, el acto de humanidad mayor que gobierno alguno haya establecido, al garantizarle así, la preservación de la vida a miles de niños y maestros que cada día que pasa, las habitan a su suerte.

Por Leonardo Reyes Madera ,Presidente de la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica, SODOSISMICA.

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