25 de septiembre de 2013

Cuando no se tiene la suerte de parir en una Omsa, ni en el Metro

Con voz tímida y fatigada Utania Hernández Jiménez,  de 29 años y del sector Pantoja, de Los Alcarrizos, narra su historia que pudo quedar en el anonimato.

"Yo salí desde las 7:00 de la mañana para el hospital Marcelino Vélez Santana para parir con cesárea, pero allí tenía que pagar casi 5 mil pesos  de diferencia de mi seguro y no los teníamos.  
Entonces vamos al Morgán (Hospital Luis Eduardo Aybar) y nos dicen que teníamos que comprar los materiales de la cirugía, que costaban casi 6 mil pesos, porque allí no habian.  Del Morgan me refirieron a la Maternidad La Altagracia y en la Maternidad nos dijeron que fuéramos a otro hospital porque no tenían camas disponibles",detalló Utania.
Ya con un día de visitas de hospital, en hospital, la humilde mujer llama a su esposo y le explica la situación, quien le recomienda volver al Marcelino Vélez mientras él diligenciaba conseguir los 5 mil pesos que no saben dónde lo encontrarán.
De regreso al Marcelino, en carro de concho, la ingresan y casi a las dos horas se produce su alumbramiento de un varón de más de seis libras llamado Juan Carlos
Ahora su estado es satisfactorio en recuperación, pero lo evidente es que Utania no tuvo la misma suerte de alumbrar en una Omsa, ( en un autobus de la Oficina Metropolitana de Servicio de Autobuses), ni en uno de los vagones del Metro de Santo Domingo. 
Así demostró su fortaleza, esa que la hizo emprender una odisea junto a su hermana, en medio de precariedades que también viven muchas otras futras madres dominicanas.
Nota de Jorge Casado
Via Vigilanteinformativo.com

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