Los recortes presupuestarios impuestos por la administración del presidente Barack Obama ha obligado al servicio de guardacostas de los Estados Unidos a reducir a su mínima expresión su presencia en la zona del canal de la Mona, lo que ha tenido un impacto negativo en la contención del narcotráfico y los viajes ilegales en la zona.
Informes de inteligencia de la Armada Dominicana indican que esta debilidad está siendo aprovechada por los traficantes de personas para incrementar los viajes ilegales de cubanos y haitianos, lo que se ha constituido en un lucrativo negocio ilícito.
La merma operativa del Servicio de Guarda Costas de Estados Unidos en Puerto Rico ha provocado que incluso embarcaciones avistadas puedan llegar sin mayores dificultades a la vecina isla.
Tal es el caso reciente de una embarcación con 40 dominicanos que pudo arribar a las costas boricuas, pese a que la División de Inteligencia Naval (M-2) de la Armada Dominicana la había detectado y se lo había comunicado a las autoridades estadounidenses en la vecina isla.
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