“La vida de un hombre es interesante principalmente si ha fracasado. Bien lo sé. Eso indica que trató de superarse”: Georges Clemenceau
“Es de sabios errar”, dice el refrán. El error es un obstáculo a vencer para seguir adelante.
La única forma de aprender y madurar, es tratando de hacer las cosas y, si hay fallas, enmendarlas y aprovechar su efecto.
Y eso es aplicable en todos los ámbitos de nuestra vida: familiares, escolares, laborales, deportivos y hasta en el amor.
Si no barremos los errores para limpiar el campo de acción, nos sentiremos frustrados y derrotados en casi todos los aspectos de la vida.
¿Por qué podemos sentirnos fracasados?
En muchas ocasiones, es debido a que las expectativas son extralimitadas a nuestras capacidades y nos sentimos desilusionados cuando no conseguimos lo que creíamos posible.
Esto sucede cuando no medimos la distancia que hay entre el “yo” y “el ideal del yo”, es decir entre lo que soy y lo que creo ser.
Si nos afecta el fracaso, no significa que no hemos logrado nada, sino que hemos aprendido algo, que estuvimos dispuestos a probar y que debemos hacer las cosas de otro modo.
Nos enseña a aceptar que no somos perfectos que tenemos razones para empezar de nuevo y luchar con más tesón.
Los científicos e investigadores afirman que el error es como un paso ineludible y valioso para poder avanzar.
El fracaso es sólo un paso, nunca el final, y con base en esta afirmación existen algunos conceptos que leí sobre el tema que mucho ayudan a sobreponerse a los efectos de un fracaso:
• Primero analiza y define cómo te afecta. Encara el problema y búscale una salida viable.
• Dedica a cada uno el tiempo y la dedicación que se merece, y eso tendrá que ser en proporción a su importancia (de estudio, familiar, trabajo, amoroso, de amistad, etc.)
• Debe haber un razonamiento entre el “yo ideal” y el “yo real”. Deben coincidir lo que eres, con lo que piensas que eres, así vivirás más a gusto, tendrás un mayor equilibrio personal y adquirirás madurez.
• Acepta que lo que te ha dado la vida, lo que has conseguido es un logro, y nunca cedas en tu voluntad de mejorar.
• Si no puedes luchar contra el sentir que has fracasado, recurre a alguien que te ayude: en la familia, en los amigos o en profesionales del desarrollo humano, y seguramente lo superarás.
Así es que puedes exclamar con toda seguridad: ¿Fracasado yo? ¡Nunca! El afamado escritor Ernest Hemingway afirmaba que “el hombre no está hecho para la derrota.
Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado”.
Fuente/ Laopinion.com
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