8 de octubre de 2014

Enfermera española: "No tengo idea de cómo contraje ébola"

Teresa Romero Ramos dialogó con un medio de su país desde su habitación del hospital Carlos III, donde se recupera de la enfermedad. Aseguró que siguió "todos los protocolos" indicados, pero se contagió igual.

La enfermera infectada con Ébola en Madrid, Teresa Romero Ramos, habló sobre su situación actual con el diario El Mundo, de España. "No tengo idea de cómo contraje la enfermedad", aseguró en comunicación telefónica con un periodista del periódico.

Ante la pregunta sobre si cree que hizo todo bien respecto al protocolo con los enfermos, ella aseguró que sí y que no siente que haya hecho algo raro.

El marido de la auxiliar de enfermería, primera persona contagiada fuera de África, resaltó al mismo medio que su esposa se presentó voluntariamente para ayudar: "Otros huyen. Ella, no", subrayó.

El periodista Quico Alsedo contó cómo se desarrolló esa charla con María Teresa. "Su voz llega como en las antiguas llamadas transatlánticas, mucho después de las preguntas, con un lapso que en algunos momentos, tratándose de una enferma de tal gravedad, se hace asfixiante. Un agudo pitido mecánico pone un angustioso telón de fondo al breve intercambio, que parece agotar a la mujer", narra el periodista.

Y agrega que la enfermera le preguntó cómo consiguió su número de teléfono y que le contó que se sentía "un poquito mejor".

Su marido comentó que "la cosa evoluciona favorablemente"

Un poco antes, su marido, Javier Limón, le comentó al diario que "la cosa evoluciona favorablemente". La pareja, separada en las depedencias médicas (Teresa tiene oficialmente ébola, él está en cuarentena), se aferra a la vida y, cuenta el periodista, Javier "parecía preocuparse más por su perro, Excálibur".

"No se lo puedo decir, no tengo ni idea", responde Teresa a la pregunta de cómo pudo ser la infección. Y repitió que cumplió con todos los protocolos de seguridad. Sin embargo, las autoridades suponen que existió un error humano. Sobre el final de la conversación, Teresa pidió no hablar más porque "se cansa".


Por su parte, Javier Limón se quejó porque las autoridades decidieron "fumigar" su apartamento, ubicado en una zona residencial de Alcorcón (Madrid), y probablemente sacrificar a su perro, Excálibur: "Es dócil, no es agresivo", concluyó.

Via infobae

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