Dijeron que es falso lo dicho en ese sentido por su padre Domingo Puello Báez, victimario de su madre y del empresario Pérez el pasado sábado en el parqueo del multicentro la Sirena de esta ciudad.
La joven Lenni Soto Payano, hija mayor de la señora Payano y del señor Neftalí Soto Pinales, al igual que las tres hijas que habían procreado la víctima con el victimario y el señor Julio Payano este último hermano de la occisa precisaron que la relación existente entre el Mello y su pariente era de tipo comercial.
Explicaron que se juntaron en la Sirena donde la señora Payano iba a sacar un dinero de una sucursal bancaria para entregárselo al empresario inmobiliario para que éste le corrigiera unas averías en una vivienda que le habían comprado.
Agregaron que Puello y Payano tenían más 12 años de separación, pero que sus hijas siempre trataron que aunque estuviesen separados fueran amigos.
Dijeron que hace poco el homicida le pidió a su madre que se juntaran pero que ella le dijo que ellos estaban bien así y que cuando éste necesitaba de su alimentación o ser acompañado por esta a cualquier lugar ella lo acompañaba pero sin interés.
Aclararon que ellas recientemente le habían comprado dos yipetas una para cada uno de ellos y él vivía en la casa de Lenny y le enviaban dinero a ambos.
Dicen que lo que puso la tapa al pomo fue que después de comprarle una vivienda al Mello le enviaron un dinero para corregir algunas averías y que el padre de esta y ex –esposo de su madre lo gastó y decidieron enviarle dinero para la reparación directamente al vendedor de la casa.
En medio de llanto dicen que su padre no debió hacer eso, que todo eso que dicen era mentira; que lamentan la muerte de su madre y del joven empresario a quien definieron como un gran amigo de la familia.
Fuente elguardian
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