El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, descartó ayer que su país vaya a otorgar un beneficios legal a los inmigrantes centroamericanos y reiteró que serán deportados a sus países.
Johnson se reunió ayer con el ministro guatemalteco de Gobernación, Mauricio López Bonilla, y el secretario del Interior de México, Miguel Ángel Chong, en la sede de la Cancillería de este país centroamericano para abordar la situación de la niñez migrante no acompañada.
En el encuentro también participaron los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores de Guatemala, Manuel López y Fernando Carrera, respectivamente.
El funcionario estadounidense, quien concluyó ayer una visita de dos días a Guatemala, sostuvo que los centroamericanos que sean detenidos por la Patrulla Fronteriza, sin importar la edad, serán deportados y que no tienen la posibilidad de recibir un beneficio legal para que permanezcan en su país.
Aseguró, empero, que los inmigrantes reciben un tratamiento digno en Estados Unidos antes de ser repatriados y que prueba de ello es que se están asignando más recursos.
Johnson reiteró que, de acuerdo con las leyes de Estados Unidos, la situación de los menores que cruzan la frontera es ilegal por lo que deben ser deportados a sus países de origen de forma ordenada y segura.
El secretario de Seguridad Nacional se reunió ayer con el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, para tratar la “crisis humanitaria” que ha causado el aumento de los niños migrantes al país del norte.
Durante la reunión en la Casa Presidencial se acordó agilizar la deportación de los niños guatemaltecos que están retenidos en Estados Unidos, según informó el mandatario. De acuerdo con el canciller guatemalteco, Fernando Carrera, durante los últimos cinco años casi se ha duplicado la detención de menores de este país en Estados Unidos.
“De 1,300 que se capturaron hace cinco años ahora son 3,000”, refirió el diplomático.
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