“Dejé la enfermería por el tráiler”, explica la conductora, que sostiene, amar ese oficio y no tiene reparos en asegurar que es un trabajo también para mujeres.
Ella es una de 200.000 mujeres, entre más de 3 millones de camioneros que hay en Estados Unidos y se define como una madre entregada a su esposo e hijo.
La dominicana, es también una de las pocas traileras hispanas que desempeñan el oficio en estados del Noreste norteamericano.
Detalla que el tráiler que maneja, mide 53 pies de largo y lo inspecciona todas las mañanas, antes de subirse a la camina para transportar las cargas que se le encomiendan.
“Hay mujeres, que les gusta mucho levantarse en las mañanas y maquillarse para ponerse bonitas e ir a trabajar, pero este es un trabajo más sencillo”, relata Janelly.
Su desempeño, contribuye a desmitificar el estereotipo de que el manejar camiones gigantes, es trabajo sólo de hombres.
“Quienes me ven en uniforme, cogen sus celulares y empiezan a grabarme, a la espera de si me voy a subir o no a manejar el tráiler”, añade la conductora dominicana.
“Cuando me parqueo, ellos sacan las manos, me saludan y me alaban”, agregó Rodríguez.
Sobre los eventuales peligros y seguridad en las carreteras, ella refiere que actualmente los modelos de camiones que se están usando en la industria del transporte pesado, están equipados con tecnología moderna.
“Tenemos un aparato digital, que nos indica a cual distancia estamos del vehículo más próximo y cuando me acerco, la velocidad baja automáticamente”, explicó Janelly.
“Ahora, hay flotas de camiones de sistemas automáticas, que ya no tienen las palancas, el cloche y otras herramientas antiguas, por lo que cada día, es menos complicado manejarlos”, precisó Janelly.
La conductora dominicana dijo que la nueva tecnología, tiene también el propósito de atraer más mujeres al oficio, porque se les considera más precavidas y tienen el hábito de ahorrar combustible.
“Dejé la enfermería, para subirme a un camión”, narra Janelly, que antes tenía que viajar a través de docenas de estados, llevando la mercancía.
Pero después de que se casó, la empresa decidió modificar las áreas donde la envía, en reconocimiento a su excelente trabajo.
“Ahora soy mami y tengo mi esposo, por lo que tengo que estar más tiempo en la casa”, informó Janelly, aunque tiene que manejar por lo menos 11 horas diarias.
“Siempre he sido una mujer femenina, cuando salgo del trabajo, me quito el uniforme y me visto como cualquier otra chica”, explica.
“Janelly, es una de las mejores conductoras de su nivel que tenemos en la empresa”, sostiene su jefe inmediato que sólo se identificó como John.
Nota de Miguel Cruz Tejada
No hay comentarios:
Publicar un comentario