“Yo lo siento. Lo lamento profundamente y lo voy a lamentar toda la vida”, manifestó Mario José Redondo Llenas ante la jueza a de la Cámara Penal del Departamento Judicial de San Pedro de Macorís, que conoce en estos momentos su solicitud de libertad condicional.
Durante su intervención el recluso, condenado a la pena máxima de 30 años de prisión por el asesinato del niño José Rafael Llenas Aybar, su primo, dijo que con su confesión de arrepentimiento se dirigía no solamente a la magistrada, sino a los más de diez millones de dominicanos.
“Lo lamento yo como lo lamenta todo el mundo”, insistía Redondo Llenas con algunas pausas en su hablar por intento de sollozar.
Manifestó que por el hecho horrendo llegó confundido a la prisión de Najayo, San Cristóbal, en 1996 cuando recibió la sentencia condenatoria.
El prevenido pasó a presentar a la magistrada todas las certificaciones que avalan los cursos que ha realizado durante los 17 años de prisión como parte de su recuperación.
Nota de Luis Brito
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