Un adolescente de 18 años, llamado Ngurah Alit, fue condenado a casarse con una vaca luego de que se le sorprendiera teniendo sexo con ella.
Según el joven la vaca lo habría seducido y el no pudo contenerse al vaivén de las ubres lecheras por lo que se entregó al amor sin fronteras.
Sin embargo este argumento no fue válido para las autoridades balinesas que en un fallo ejemplar condenaron al semental hombre a contraer matrimonio con la mancillada vaca.
Ante la humillación de verse contrayendo matrimonio con un animal y ante miles de testigos, Ngurah se desmayó. En ese momento los asistentes lo metieron al agua simulando un ahogo para que el joven fuese purificado. Sin embargo el joven vivió, pero la pobre vaca si fue sacrificada, aunque la culpa a todas luces no fue de ella.
El matrimonio de Ngurah se acerca más a las tradiciones que los fallos de la justicia, pero algunas veces la mejor manera de enseñar e impartir la justicia es realizando penas como esta, aunque sin sacrificar animales. Puede que el castigo sea un poco exagerado pero al menos Ngurah lo pensará dos veces antes de volver a dejarse llevar por sus pasiones.
Fuente: Derf
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