El ciudadano dominicano Bladimir García Jiménez, nativo de Nagua, acusado de cargos de narcotráfico, en el caso Quirino, fue sentenciado el lunes en horas de la mañana en la Corte del Distrito Sur de la ciudad de Nueva York por la jueza Kimba Wood.
En la sala 15A estaban sus 4 hermanas, y su madre. Bladimir leyó emotivo discurso a la jueza Wood, expresando su pesar y estar arrepentido por el mal paso que dio, y agradeciendo a su familia, sus padres, sus hermanas y hermanos y todo el apoyo recibido de su familia, familiares y amigos.
Sobre todo, agradeció a su abogado Patrick Brackley por el excelente trabajo a favor de su defensa. La jueza recibió decenas de cartas que abogaban por Bladimir, exhaltando sus condiciones de buen hijo, hermano, y padre. Nunca perdió su buen sentido del humor en el tiempo que estuvo preso, y ya en libertad, sigue haciendo uso de personalidad.
La madre y las hermanas de Bladimir gritaban, lloraban histéricas de la emoción, una especie de alegría, emoción alivio, de que por fin, Bladimir está en libertad.
Bladimir podrá quedarse en los Estados Unidos si lo desea, por lo que tendrá que estar bajo la supervisión de un custodio para libertad condicionada. Tras pisar por primera vez fuera de la corte, disfrutó del soleado y fresco día de primavera.
Lo primero que hizo fue dirigirse a un restaurante en el bajo Manhattan a disfrutar de un almuerzo y una cerveza Presidente, bien fría.
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