14 de abril de 2018

En Puerto Rico dan últimos toques a estadio para juego Grandes Ligas

Decenas de personas laboran en el estadio previo a los dos juegos de Grandes Ligas que celebrarán este martes Minnesota y Cleveland.

A pocas horas de que el estadio Hiram Bithorn vuelva a convertirse en un escenario de Grandes Ligas, tras una ausencia de ocho años, los preparativos para la serie de dos partidos entre los Mellizos de Minnesota y los Indios de Cleveland continuaban ayer a todo vapor.

La serie se jugará el próximo martes y miércoles.

Fue notable el desfile de trabajadores por los pasillos que dan al vestíbulo principal del estadio, a las afueras de la instalación, pero sobretodo, dentro del terreno de juego y de los camerinos.

Mientras estudiantes de las academias de béisbol ensayaban la colocación de la lona que cubrirá el cuadro interior en caso de lluvia, trabajadores de Major League Baseball trataban de culminar el área del bullpen. 

En los bosques, otros trabajadores laboraban retirando el exceso de una mezcla de goma triturada con arena que se utiliza en la grama sintética para amortiguar la superficie y proteger así a los jugadores.


Un vistazo a uno de los clubhouses, en un recorrido guiado por la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, permitió observar que ya está todo listo al menos en el lado de los Mellizos, el equipo que actuará como local en San Juan. Los vestidores están debidamente identificados con los nombres de cada pelotero, incluyendo el del lanzador bayamonés José Orlando Berríos, justo al centro del amplio salón, y el del jardinero guayamés, Eddie Rosario, un par de casilleros hacia la derecha.

“Para que los fanáticos estén tranquilos, ayer (jueves) se probaron las luces con los generadores alquilados. Así que no importa si se va la luz, nosotros estamos preparados. Es un requerimiento para un evento como éste”, dijo la ejecutiva municipal.

Los cambios más significativos al antiguo estadio estuvieron en el sistema de alumbrado posterior a los estragos causados por el huracán María. El Bithorn había sido previamente remodelado en 2016 para los partidos entre los Marlins de Miami y los Piratas de Pittsburgh que eventualmente resultaron cancelados por miedo al brote del virus del zika.

En esta ocasión la inversión total fue de casi $2 millones, aunque la alcaldesa aseguró que una gran parte fue cubierta por el seguro tras la reclamación que se hizo por el huracán. De ese total, poco más de $1 millón fue para la instalación del sistema de luces.

Fuente primerahora

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