12 de noviembre de 2018

3 razones por las que deberías pensarlo dos veces antes de tener sexo en el agua

Tener relaciones sexuales en el agua, ya sea en el mar, en una piscina o incluso en una tina, debe ser una de las fantasías más comunes de aquellos que buscan mantener viva la pasión o salir de su zona de confort.

Si a eso sumamos que distintas industrias culturales, como el cine o la televisión, han vendido muy bien el concepto romántico y/o pasional de esta práctica, obviamente son muchos los que sucumben a esta tentación.

Lo contradictorio es que al momento de intentarlo, lo más seguro es que desaparezca de nuestra mente esa imagen ideal que teníamos sobre esto y nos enfrentemos a una situación más bien incómoda y hasta dolorosa.

Y es que a juzgar por las opiniones de varios expertos, tener sexo bajo el agua no es la mejor idea que se le pueda ocurrir a una pareja, si hablamos del sexo con penetración, particularmente, ya que las condiciones ambientales dificultarían tremendamente el acto sexual en sí.

Si la pregunta es ¿es recomendable tener sexo bajo el agua? La respuesta no sería un “no” drástico, pues existen algunos matices que sí nos pueden permitir disfrutar de una experiencia sexual óptima, no obstante, es importante que consideres algunos riesgos y, por ende, tomes las precauciones necesarias antes de aventurarte.

Para la doctora y sexóloga Megan Stubss, el sexo bajo el agua con penetración, ya sea vaginal o anal, “no es recomendable” puesto que no suele ser “despreocupado y divertido como nos han hecho creer”, señaló al medio Elite Daily.

En este contexto, existen a lo menos tres razones por las que tener sexo bajo el agua no es la mejor opción si quieres tener una velada íntima memorable.
1. Los condones suelen ser menos efectivos y más fáciles de romper

La obstetra y ginecóloga Lakeisha Richardson, indicó al medio anteriormente citado, que los productos químicos presentes en una piscina y/o en un jacuzzi, pueden debilitar el látex. Stubss agregó que el calor del agua en una piscina temperada o tina caliente, también compromete la efectividad.

Por otro lado, pero no menos importante, la fricción y el contacto con el agua también aumenta las posibilidades de que se rompa, por ende, si la persona con la que estás teniendo relaciones sexuales tiene alguna ITS, podrías contraerla; y también está el riesgo de un embarazo.
2. El agua elimina la lubricación natural del cuerpo

El agua, sea cual sea su origen, elimina la lubricación natural de nuestro cuerpo, señaló Stubbs, lo que evidentemente provocará una relación sexual más dolorosa. “A partir de la penetración, el agua entrará en la vagina y eliminará su lubricación natural, lo que podría provocar microabrasiones y, por ende, un coito doloroso“, explicó.

Por su parte, Richardson indicó que los químicos agresivos como el cloro también puede secar tu piel y sus mucosas, por lo que después es posible que necesites un humectante vaginal para rehidratar el tejido de esa zona.
3. El sexo bajo el agua aumenta el riesgo de contraer una infección

Si sólo pensamos en una piscina, en el mar o un lago, nunca sabremos qué tan contaminada estará el agua. Y peor aún, si ya tienes una infección bacteriana, el agua caliente de una tina, de seguro la empeorará.

Megan Stubss explicó a Elite Daily que las probabilidades de contraer una infección urinaria o una vaginosis bacteriana aumentan cuando se tiene sexo con penetración bajo el agua. “Entre el potencial de las microabrasiones y las bacterias en el agua, se crea un ambiente perfecto para la entrada de éstas en el organismo“, indicó.

Y es que prácticamente siempre que entra alguna sustancia extraña en la vagina o uretra, se corre el riesgo de alterar el pH, lo que puede provocar un problema mayor como los descritos anteriormente.

Otra situación molesta y dolorosa que se puede presentar, es la que describió la ginecóloga y obstetra del Hospital Red D’Or São Luiz, Poliani Prizmic, quien indicó que al tener sexo bajo el agua, el movimiento de la penetración bombea agua dentro de la cavidad vaginal. En esta situación, el agua puede pasar por el cuello del útero y llegar hasta las trompas, lo que provocaría un dolor importante después del acto e incluso causaría una inflamación en la región. Algo similar ocurriría en el caso del sexo anal, pues en este caso el agua llegaría hasta el intestino y también habría dolor.
¿Qué es lo más recomendable si igualmente quiero intentarlo?

Entendiendo que la solución no puede ser simplemente alejar el agua de nuestra vida sexual, la sexóloga recomienda que lo ideal es realizar algunos juegos sexuales previos en el agua y luego “pasar a tierra firme” si se tiene sexo con penetración.

Ahora si realmente quieres probar tener relaciones íntimas en el agua, lo más aconsejable es usar un buen lubricante pero de silicona, sobre todo si usas condón, ya que tiene una viscosidad más alta y eso hará que su duración sea mayor en condiciones húmedas. Ahora si tienes sexo sin preservativo, prueba con un lubricante a base de aceite, pues así el agua no lo “lavará” tan fácilmente.

La psicoterapeuta especialista en sexualidad, Vanessa Marin, también coincide en que lo mejor es llevar a cabo otros juegos eróticos en el agua y no darle tanta importancia al coito en sí mismo, explicó al portal femenino estadounidense Bustle.

Prácticas como masturbación, sexo oral bajo la ducha o simples masajes, pueden ser mucho más placenteros, cómodos y memorables que una relación sexual convencional.

Fuente: Biobiochile

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