Es sabido que el deseo de los prospectos es firmar con cualquier equipo del béisbol organizado. Eso es un hecho. Lo que muchos rechazan es decir públicamente que el uniforme que les gustaría lucir es el de los Yanquis de Nueva York.
Al parecer en el caso de David Ortiz es lo contrario.
“Algunos peloteros nacieron para los Yanquis de Nueva York”, señala Ortiz a The Player’s Tribune. “¿Saben lo que quiero decir?”
Pero en su caso señala: “yo nací para jugar contra los Yanquis”.
Quizá sí, quizá no. Pero la carrera de Ortiz contra los Yanquis ha sido significativa en muchos momentos, tanto que sin dudas es uno de los jugadores más “odiados” (en el buen sentido) por la fanaticada yanquista. Uno de esos que algunos prefieren cubrirse los ojos cuando se detiene en el plato. Un hecho evidente fue lo ocurrido en el primer juego de su última serie contra su gran rival: el lunes en la noche, Tyler Clippard ponchó a David con dos en circulación, 3-2, dos outs; en esa situación algunos fanáticos mostraron su nerviosismo, otros los más aguerridos, decidieron filmar el turno. Clippard finalmente ganó la batalla, y celebró el out como si se tratara de un juego importante de postemporada.
No es para menos. Ortiz ha dejado heridas contra los Yanquis. Una de ellas fue en 2004 durante la Serie de Campeonato de la Liga Americana. En ese entonces, los de Nueva York dominaban la serie 3-0, y estaban empatados 4-4 en el cierre del episodio 12. Manny Ramírez abrió la entrada con sencillo al prado izquierdo contra Paul Quantrill, y entonces le llegó el turno al Big Papi, quien en conteo de 2-1 desapareció la bola por el jardín derecho, dejando con vida a Boston, que, de paso, se recuperó, ganó la Serie de Campeonato y luego la Serie Mundial con una barrida sobre San Luis. Ese año, Ortiz le bateó .329 en la regular a su gran rival.
“Boston no es sólo mi equipo. Boston es mi ciudad. Me considero bostoniano, y esta es la cosa de lo que estoy más orgulloso en el mundo”, dijo Ortiz. “Los Medias Rojas me dejan ser. ¿Ustedes ven mi barba? Los Yanquis no me dejarían tener esa barba. Me tendría que afeitar dos veces al día. Pero eso va más allá. Los Medias Rojas me dejan decir lo que siento. Me dejan ser yo mismo. Si yo fuera un Yanqui, sería como mi chico, DJ”.
Contra los Yanquis
Sin incluir el partido de este jueves, que significará por siempre su despedida de Nueva York como jugador (los Yanquis no van a postemporada), Ortiz le ha disparado 53 cuadrangulares a los Bomberos del Bronx, el tercer equipo al que más le ha disparado, igualado con Tampa Bay, después de Toronto (61) y Baltimore (55).
En 2005 fue el mejor año en que Ortiz empujó más carreras ante los rayados. “Me puse yo mismo en el mapa una vez comencé a jugar bien contra los Yanquis. Hay equipos en las Mayores que tengo mejores números que contra los Yanquis, pero jugar bien contra ellos es lo que más importa”, dijo Ortiz, que ayer jugó su partido número 242 de por vida ante el gran rival.
Los Yanquis de Nueva York vencieron a los Medias Rojas de Boston 5-3, donde David Ortiz jugó su penúltimo partido en el Yankee Stadium.
A pesar de perder el partido, los Medias Rojas de Boston ganaron el banderín de la División Este de la Liga Americana, tras la derrota de los Azulejos de Toronto.
El “Big Papi” recibió una transferencia intencional en el octavo episodio y anotó una carrera. Los Mulos del Bronx le rendirán homenaje hoy a Ortiz con motivo de su retiro.
Medias Rojas: David Ortiz, 4-0, .316, Hanley Ramírez, 2-0, .288
Yanquis: Gary Sánchez, 3-0, .311; Starlin Castro, 4-0, .271.
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