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José López, secretario de Obras Públicas durante los Gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández (2003-2015), fue detenido en la madrugada de hoy en insólitas circunstancias, luego de que un vecino de la zona del convento, en un barrio de casas bajas y calles de tierra, alertara por teléfono a la policía al ver movimientos sospechosos en el lugar.
El vecino denunció ver un automóvil “sospechoso”, un Chevrolet Meriva, frente al monasterio Nuestra Señora de Fátima, en General Rodríguez, a unos 50 kilómetros al oeste de Buenos Aires.
Según precisó el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, la Policía llegó a los pocos minutos al lugar y encontró a López parado junto al vehículo, “arrojando bolsos” por arriba del muro del monasterio, y, al ver al patrullero, “se metió en el convento”.
Según el ministro, López, que desde diciembre ocupa una banca en el Parlasur “entró en estado de shock a partir de verse sorprendido por la Policía”.
“Habría querido sobornar a la Policía y la Policía no habría aceptado y a partir de eso le habría dicho a las monjas que la Policía le quería robar la plata que él llevaba para donar”, dijo Ritondo.
El ministro detalló que se encontraron seis bolsos, algunos en la parte trasera del auto, otros ya arrojados hacia el interior del convento e incluso unos ingresados en la cocina del monasterio, además de una maleta en el baúl del vehículo.
Dentro de los bolsos se halló, según Ritondo, “una obscenidad en la cantidad de dinero”, que todavía no se terminó de contar, pero que es una “cifra millonaria”.
Son 160 bultos o paquetes de billetes, en “dólares, euros, yenes y moneda de Qatar”, detalló el ministro, quien desmintió que se hubiera intentado enterrar el dinero, tal como trascendió en un primer momento.
Además se encontraron seis relojes de lujo y un arma larga, calibre 22, cuyo permiso para ser portada López tenía vencido.
Sobre el auto, Ritondo confirmó que está radicado en Río Gallegos, la ciudad natal del expresidente Néstor Kirchner, y que se comprobó que es propiedad de López.
Por su parte, también en rueda de prensa, el ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, confirmó que el convento está a cargo de una religiosa, de 94 años, que estaba en su lecho y había tomado una pastilla para dormir.
A la religiosa se le tomó declaración, pero el ministro pidió tener cautela por la edad avanzada de la monja.
Según los funcionarios bonaerenses, López tenía “acceso libre” al monasterio y las monjas del lugar declararon que iba con frecuencia, al igual que el exministro de Planificación Julio de Vido y “otros exfuncionarios” del kirchnerismo.
El Arzobispado de Mercedes-Lujan, al que pertenece General Rodríguez, remarcó en un comunicado, respecto del monasterio donde ocurrieron los hechos, “que las llamadas ‘religiosas’ constituyen una asociación privada de fieles, cuyo gobierno es autónomo”.
“Anhelamos que la Justicia pueda llegar a la verdad de lo acontecido para el bien común. Saludamos a los receptores de esta información augurando la protección de la Santísima Virgen sobre el pueblo argentino”, concreta el texto.
López, de 55 años, quedó detenido por presunto lavado de dinero y por portar un arma sin permiso vigente.
Permanece en una celda, custodiado por dos agentes, en una comisaría de General Rodríguez.
Según dijo Ritondo, se le practicaron análisis médicos y “entró en una fuerte depresión”.
Ferrari confirmó que el juez federal Daniel Rafecas ya solicitó intervenir en el caso pues lleva adelante una investigación sobre López por presunto enriquecimiento ilícito.
El jefe del Gabinete argentino, Marcos Peña, dijo en rueda de prensa que “se ratifica que de mínima había enormes problemas de transparencia” durante el anterior Gobierno.
“Nos llena de asombro por la situación casi de película de lo que ocurrió”, dijo Peña, al afirmar que esperan “las explicaciones ante la Justicia” sobre “qué era esa plata”.
En los últimos meses, varias figuras del kirchnerismo están siendo investigadas por la Justicia en el marco de diversas causas.
En abril, un fiscal pidió investigar a Fernández y a De Vido en el marco de un expediente que indaga una presunta red de lavado de dinero, por la que está detenido el empresario Lázaro Báez, principal adjudicatario de obras públicas en la sureña provincia argentina de Santa Cruz y estrecho colaborador de Kirchner.
El juez Sebastián Casanello investiga supuestas maniobras a través de una financiera para sacar del país sumas millonarias en dólares, presuntamente originadas mediante el uso de facturación apócrifa para simular gastos en el marco de los contratos de obra pública con el Estado. EFE
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