20 de octubre de 2014

Dominicano Acusado De Matar Novia De Balazo En La Cabeza Pide Al Juez Desestimar Confesión A Policía

NUEVA YORK,– Franklin Castaños, un dominicano de 43 años de edad, acusado de asesinar a balazos a su novia Solanlly Paulino de 23 en Peabody (Massachusetts), pidió al juez del caso, anular su confesión durante el interrogatorio con la policía, alegando que los investigadores violaron sus derechos Miranda, al no decirle que podía permanecer callado.

Castaños, hablando a través de su abogado Michael Phelan, dijo que la policía prevaleció sobre el acusado, aunque la pistola utilizada en el asesinato de la joven dominicana y estudiante de enfermería, no ha sido encontrada, ni aún con la ayuda del propio implicado.

La policía respondió que Castaños, se presentó al cuartel, confesando que “maté a mi esposa” y se le leyeron sus derechos Miranda, después de lo cual, dio detalles específicos sobre el homicidio a los interrogadores.

Castaños, mató a Paulino en el interior del apartamento que compartían, después que ella le dijo que decidió romper las relaciones con él.

La familia de la víctima, sostiene que Castaños, mantenía a su lado a Paulino, bajo constantes amenazas de muerte.

En el crimen, se usó una pistola calibre 9mm, pero el arma fue “desaparecida” por el acusado. La pareja, vivía cerca de una iglesia, una guardería infantil y el centro comercial Northshore Mall.

Castaños, accedió ir con la policía a la zona, donde él dijo que había tirado la pistola, pero el artefacto no fue encontrado.

El abogado defensor sostiene que cualquier declaración hecha por Castaños a la policía, debe eliminarse como evidencia, porque los investigadores violaron los derechos Miranda del acusado, al no decirle que “puede permanecer callado y cualquier cosa que diga, podría ser usada en su contra”.

Castaños, pidió que se le buscara un abogado, mientras estaba detenido en la comisaría.

El juez Timothy Feeley, rechazó el pedido del dominicano y su defensor legal y fijó otra audiencia para el próximo 28 de este octubre.

El magistrado dijo que en el caso de Castaños, hay circunstancias agravantes que lo conectan directamente al crimen de Paulino.

“La fiscalía argumenta y la corte está de acuerdo, que las declaraciones de Castaños, no necesitan ser suprimidas, debido a la excepción de seguridad pública a la regla de exclusión Miranda, esbozada por la Corte Suprema en un caso de 1984″, escribió el juez Feeley.

“Las reglas de esta corte, establecen que hay un motivo razonable existente, porque el señor Castaños informó a la policía que él mató a su esposa”, añade la declaración del magistrado.

La estudiante dominicana fue asesinada de un balazo en la cabeza.

El juez dice además, que la policía tiene el argumento razonable de que la pistola, pudo haber sido encontrada por algún niño de los que estudian en la escuela cercana o un adulto que pasaba por el área, donde Castaños dice que tiró el arma.

El homicidio, según las pruebas, Castaños, lo perpetró el 20 de febrero en la vivienda en la que ambos vivían, situada en la calle Keys Drive.

Los fiscales dicen que el acusado, mató a la mujer, después que ella le pidiera que se mudara del apartamento que compartía la pareja.

Añade el expediente que luego de asesinarla, Castaños, se presentó en un cuartel del poblado de Lynn, donde les dijo a los oficiales que había asesinado su “esposa”.

Tiró el arma por una ventanilla del carro de la víctima, en un intento por desaparecer la principal evidencia del homicidio y huyó de la escena.

El asesinato de la joven, quien era estudiante de la Universidad Estatal de Salem, donde aspiraba a graduarse de licenciada en Trabajo Social, fue el trágico desenlace de años de escenas de violencia doméstica entre la pareja.

Los familiares de Paulino, han dicho que se cansaron de aconsejarla para que dejara al hombre que le quitó la vida, pero nunca les hacía caso.

Ella trabajaba como niñera, para costear sus estudios universitarios. También aspiraba convertirse en una modelo de pasarela.

Aunque su verdugo, la doblaba en edad, ella se enamoró de Castaños desde que era una adolescente.

El acusado, trabajaba como vendedor de automóviles e instalador de equipos de música a carros, cuando conoció a la víctima.

Nota de Miguel Cruz Tejada

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