Un tren descarriló en el noroeste de España el miércoles, varios vagones de pasajeros volcaron y al menos uno de ellos quedó destruido, con un saldo inicial de 35 muertos y cientos de heridos, según las autoridades.
El presidente de la región de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, dijo a la radio Cadena SER que la cifra de muertos no era exacta, pero que "no sería inferior a 35".
La ferroviaria estatal Renfe, operadora de la formación, dijo que había 218 pasajeros y un número no especificado de empleados a bordo en el momento del accidente. Renfe no dio a conocer cifras de víctimas.
Las festividades previstas para la jornada en Santiago de Compostela fueron canceladas, dijo la vocera municipal María Pardo a la Televisión Española.
Un fotógrafo en el lugar dijo que vio decenas de lo que parecían ser cadáveres en el momento que los rescatistas los retiraban del lugar. La televisión estatal española mostró imágenes de lo que parecían ser varios cuerpos cubiertos con frazadas junto a las vías y cerca de los vagones dañados.
El fotógrafo Xabier Martínez dijo a la Associated Press que habló con dos pasajeros heridos, quienes dijeron haber sentido una fuerte vibración antes del descarrilamiento.
El accidente se produjo sobre rieles de alta velocidad cerca de la estación de Santiago de Compostela, 95 kilómetros al sur de El Ferrol, hacia donde se dirigía el tren que había partido de Madrid. En las escenas televisadas se veían rescatistas atendiendo a la gente que permanecía dentro de algunos vagones.
Una escena mostró un vagón apuntando al cielo, con un extremo totalmente retorcido. Otro vagón había saltado de las vías a un camino cercano.
Los pedidos de declaraciones al ministerio del Interior, Renfe y la autoridad de infraestructura ferroviaria Adif no recibieron respuesta de inmediato.
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