Desde las nueve de la noche y hasta las cinco de la madrugada, esta vía se convierte prácticamente en intransitable por la cantidad de vehículos que son estacionados a ambos lados.
La venta de bebidas alcohólicas se realiza sin ton ni son, violando la ley que prohíbe la comercialización de la bebida después de las 12 de la noche de lunes a viernes y a las dos de la madrugada sábado y domingo.
En la referida vía acuden menores de ambos sexos quienes consumen bebidas alcohólicas, sin que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Muchas de esas menores ofertan su cuerpo a los parroquianos, muchos de los cuáles realizan tanto el sexo, como el sexo oral en los vehículos parqueados.
Y en lo referente a la venta de estupefacientes es realizada a la vista de todos. Es frecuente ver uno que otro fumando marihuana.
Otro de las cosas observable es la apuesta del vehículo que tenga mejor aparato de sonido.
En definitiva la Avenida Libertyad es un pandemonium al que ninguna autoridad quiere meterle el pico.
Nos jodimos...
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