La oferta puede ser tentadora, especialmente en esos momentos en los que estamos intentando relajarnos, disfrutar del sol, el mar y el calorcito, pero la realidad es que estos masajes no son como los que vemos en las películas o nos imaginamos en una playa paradisíaca.
La realidad es que lo que podemos encontrar en nuestras playas no es tan glamuroso y, desde luego, no podemos esperar camillas localizadas en entornos envidiables. Más bien, podemos ver a masajistas no cualificadas dando masajes a varias personas en sus toallas sobre la arena. Por ello, darse uno de estos masajes no es tan buena idea como podría parecer. Muchos fisioterapeutas recomiendan no recibir este tipo de masajes en la playa ya que no cumplen ningún tipo de medida de seguridad. Y no solo eso, recibir este tipo de masajes por personas no cualificadas puede acabar de tal manera que en vez de relajarnos, nos acabe estropeando las vacaciones.
Riesgo de los masajes en la playa
Algunos de estos riesgos pueden parecer muy evidentes, pero hay otros más básicos que debemos conocer y tener en cuenta antes de arriesgarnos con una de estas prácticas.
Falta de higiene
Puede ser algo que no nos paramos a pensar, pero tanto en los centros de masajes como en las clínicas de fisioterapia, existen unas normas de higiene que se deben tener en cuenta y que los profesionales siguen. Desde cambiar el papel o la sábana sobre la que se tumban los pacientes, hasta limpiarse las manos de manera adecuada - con jabón y agua o incluso bactericida - entre paciente y paciente, pasando por asegurarse de encontrarse en un entorno lo más limpio posible.
En la playa esto no es tan sencillo: todos sabemos que la arena se pega a nosotros incluso cuando mantenemos todas las precauciones. Por ello, no es raro que la arena se pegue a las manos del masajista o a nuestra espalda, resultando menos higiénico de lo deseable y pudiendo dañar la piel. Pero no solo eso, sino que no se puede asegurar que tengan el material adecuado para limpiarse las manos dado que no cuentan con un espacio para ellos.
Posibles infecciones
Puede parecer exagerado, pero no es infrecuente que debido a esta falta de higiene de la que hablábamos, algunas personas pueden acabar sufriendo infecciones en la piel.
Pensemos que estos masajistas pueden masajear a multitud de personas en un mismo día, pasando de brazos a piernas o a pies. Esto, unido a las dificultades para mantener una higiene adecuada, puede acabar provocando que las bacterias pasen de unos a otros, causando estas indeseables infecciones.
Los masajes en la playa se dan en terreno inestable
Los masajes, cuando los da un profesional en condiciones adecuadas, deben darse en una camilla adecuada, teniendo en cuenta la altura y postura correctas. En cambio, este tipo de masajes en la playa suelen darse sobre la toalla del propio cliente directamente sobre la arena.
Este tipo de terreno no es precisamente estable ni demasiado cómodo para recibir un masajes. Pero no solo eso, sino que podemos tener ciertas molestias o sensibilidad en los músculos debido a la postura que la arena nos obliga a tener. Recibir como añadido un masaje en esas condiciones puede acabar en daño muscular.
Los masajistas no son profesionales
En la gran mayoría de los casos, los masajistas ni son profesionales ni tienen ningún tipo de formación. Esto puede parecer irrelevante ya que se supone que los masajes son relajantes y no terapéuticos por lo que no se trata como tal no son lesiones.
Sin embargo, el que una persona sin conocimientos de anatomía, o de musculatura nos dé un masaje puede provocar daños aunque el masaje sea relajante. Estas personas no tienen el conocimiento necesario para saber si tenemos algún tipo de lesión previa, alguna zona del cuerpo que es mejor no manipular o alguna condición médica.
Estos masajes en la playa pueden causar lesiones o aumentar las que ya tengamos
A pesar de que los masajes sean relajantes, se suelen dar con mucha intensidad ya que tienen un tiempo muy limitado - 15 o 20 minutos -. Esta intensidad en la musculatura puede provocar que se cree una presión inadecuada en personas con alguna patología o lesión anterior.
Además de esto, se pueden provocar enlongaciones musculares o en los tendones e incluso inflamación, trombosis o fracturas. Este tipo de lesiones nos acabarían llevando a la consulta de un fisioterapeuta. Por ello, si tenemos molestias en nuestro cuerpo o sentimos que necesitamos recibir un masaje, lo mejor que podemos hacer desde el principio es acudir a la consulta de un profesional y evitarnos los posibles efectos secundarios de los masajes en la playa.
Fuente: vitonica
La realidad es que lo que podemos encontrar en nuestras playas no es tan glamuroso y, desde luego, no podemos esperar camillas localizadas en entornos envidiables. Más bien, podemos ver a masajistas no cualificadas dando masajes a varias personas en sus toallas sobre la arena. Por ello, darse uno de estos masajes no es tan buena idea como podría parecer. Muchos fisioterapeutas recomiendan no recibir este tipo de masajes en la playa ya que no cumplen ningún tipo de medida de seguridad. Y no solo eso, recibir este tipo de masajes por personas no cualificadas puede acabar de tal manera que en vez de relajarnos, nos acabe estropeando las vacaciones.
Riesgo de los masajes en la playa
Algunos de estos riesgos pueden parecer muy evidentes, pero hay otros más básicos que debemos conocer y tener en cuenta antes de arriesgarnos con una de estas prácticas.
Falta de higiene
Puede ser algo que no nos paramos a pensar, pero tanto en los centros de masajes como en las clínicas de fisioterapia, existen unas normas de higiene que se deben tener en cuenta y que los profesionales siguen. Desde cambiar el papel o la sábana sobre la que se tumban los pacientes, hasta limpiarse las manos de manera adecuada - con jabón y agua o incluso bactericida - entre paciente y paciente, pasando por asegurarse de encontrarse en un entorno lo más limpio posible.
En la playa esto no es tan sencillo: todos sabemos que la arena se pega a nosotros incluso cuando mantenemos todas las precauciones. Por ello, no es raro que la arena se pegue a las manos del masajista o a nuestra espalda, resultando menos higiénico de lo deseable y pudiendo dañar la piel. Pero no solo eso, sino que no se puede asegurar que tengan el material adecuado para limpiarse las manos dado que no cuentan con un espacio para ellos.
Posibles infecciones
Puede parecer exagerado, pero no es infrecuente que debido a esta falta de higiene de la que hablábamos, algunas personas pueden acabar sufriendo infecciones en la piel.
Pensemos que estos masajistas pueden masajear a multitud de personas en un mismo día, pasando de brazos a piernas o a pies. Esto, unido a las dificultades para mantener una higiene adecuada, puede acabar provocando que las bacterias pasen de unos a otros, causando estas indeseables infecciones.
Los masajes en la playa se dan en terreno inestable
Los masajes, cuando los da un profesional en condiciones adecuadas, deben darse en una camilla adecuada, teniendo en cuenta la altura y postura correctas. En cambio, este tipo de masajes en la playa suelen darse sobre la toalla del propio cliente directamente sobre la arena.
Este tipo de terreno no es precisamente estable ni demasiado cómodo para recibir un masajes. Pero no solo eso, sino que podemos tener ciertas molestias o sensibilidad en los músculos debido a la postura que la arena nos obliga a tener. Recibir como añadido un masaje en esas condiciones puede acabar en daño muscular.
Los masajistas no son profesionales
En la gran mayoría de los casos, los masajistas ni son profesionales ni tienen ningún tipo de formación. Esto puede parecer irrelevante ya que se supone que los masajes son relajantes y no terapéuticos por lo que no se trata como tal no son lesiones.
Sin embargo, el que una persona sin conocimientos de anatomía, o de musculatura nos dé un masaje puede provocar daños aunque el masaje sea relajante. Estas personas no tienen el conocimiento necesario para saber si tenemos algún tipo de lesión previa, alguna zona del cuerpo que es mejor no manipular o alguna condición médica.
Estos masajes en la playa pueden causar lesiones o aumentar las que ya tengamos
A pesar de que los masajes sean relajantes, se suelen dar con mucha intensidad ya que tienen un tiempo muy limitado - 15 o 20 minutos -. Esta intensidad en la musculatura puede provocar que se cree una presión inadecuada en personas con alguna patología o lesión anterior.
Además de esto, se pueden provocar enlongaciones musculares o en los tendones e incluso inflamación, trombosis o fracturas. Este tipo de lesiones nos acabarían llevando a la consulta de un fisioterapeuta. Por ello, si tenemos molestias en nuestro cuerpo o sentimos que necesitamos recibir un masaje, lo mejor que podemos hacer desde el principio es acudir a la consulta de un profesional y evitarnos los posibles efectos secundarios de los masajes en la playa.
Fuente: vitonica
No hay comentarios:
Publicar un comentario