La información la confirmó el jefe operativo del Departamento de la Policía (NYPD), Terence Monahan ayer miércoles en una entrevista con el canal WIPIX -11 de Nueva York, frente al establecimiento. La bodega será reabierta en una fecha próxima por los nuevos propietarios que no han sido identificados.
Hace unos días, trabajadores de limpieza, fueron vistos recogiendo mercancías que se había dañado, ya que el negocio estuvo cerrado desde el 20 de junio en la noche, fecha en la que asesinaron a Junior.
La furia de los comunitarios cayó sobre el señor Cruz, cuando uno de los videos de las cámaras internas de seguridad de la bodega, mostraron al adolescente tratando de esconderse debajo del mostrador, pero siendo rechazado supuestamente por el bodeguero.
Cruz dijo días después que contrario a los que se dice, trató de protegerlo, ya que lo conocía desde que nació y la familia del muerto, siempre fueron parte de sus clientes más importantes, pero que los pandilleros lo amenazaron.
Muchos advirtieron que si el bodeguero regresaba, quemarían la bodega.
Cruz dijo que nunca se imaginó que los pandilleros sacaron al adolescente arrastrado fuera para asesinarlo brutalmente.
La policía arrestó a 12 pandilleros trinitarios que están acusados de asesinato en primer y segundo grado, posesión ilegal de armas con propósitos criminales y asalto en pandilla.
Los padres de Junior, insisten en que los matadores eran unos 17, aunque la policía asegura que con la docena de arrestados, concluyó la investigación, no descartando que si surgen nuevos detalles podrían caer otros.
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