El cirujano endovascular manifestó que solo un 30 % de los lesionados por choques de tránsito puede reincorporarse a la vida productiva que llevaba antes de haber sufrido una lesión cerebral.
Precisó que en una sala de cuidados intensivos un motorista que tenga una lesión o contusión severa puede consumir hasta 32 mil pesos diarios, y que, por delicado estado de salud, podría estar hospitalizado hasta un mes, además de que puede quedar con lesión permanente.
Dijo que los traumatismos vértebro-medulares suelen ser los que dejan lesiones más severas porque la persona que lo sufre jamás vuelve a caminar y que los afectados rondan el 7 %.
“Después esto, están las heridas por armas blancas, la gente que suele dirimir sus diferencias a machetazos en algunas comunidades y los accidentes de vehículos de cuatro ruedas”, expresó.
El doctor Amaury García Silverio manifestó que cuando se trata de una fractura de hueso largo, el gasto ronda los 200 mil pesos que incluye la atención directa como cirugía, los medicamentos que se utilizan y el material gastable, “pero si se trata de un paciente que requiere ser llevado a cuidados intensivos y que hay que hacerle alguna intervención quirúrgica, sea abdominal, torácica o neuroquirúrgica, entonces el costo se eleva y puede llegar a los seiscientos mil pesos, una suma que suele ser insostenible para nuestra sociedad”.
Sin embargo, el doctor García Silverio asegura que la cobertura del Seguro Nacional de Salud (Senasa), que va creciendo con el régimen subsidiado, ayuda un poco a aliviar ese fenómeno epidemiológico devastador.
“El problema de trauma lo vemos de forma tripartita: de forma personal en quien padece la situación, el familiar que debe adherirse a cuidar al paciente y la carga social, en esas tres dimensiones se da”, dijo.
El galeno destacó que lo lastimoso de todas esas situaciones es que el trauma es una enfermedad altamente prevenible. “Todos estos casos que vemos a diario se pueden evitar y en eso hemos sido agresivos con campañas en nuestra demarcación, dándole charlas a los a niños y adolescentes sobre la importancia de la prudencia para evitar choques de tránsito y dándole cascos protectores a los adultos e interviniendo con la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett)”, destacó.
Reiteró que el problema del trauma muchas veces tiene su origen en la vía pública con el incumplimiento de las leyes de tránsito y dijo que el 90 % de estos sucesos son producto de la imprudencia y algo que debe trabajar con educación.
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