Más de 40 personas, la mayoría indigentes, murieron el miércoles en la nueva ola de frío siberiano que azota a Europa, afectando seriamente la mayoría de los medios de transporte.
Esta ola de frío ha provocado al menos 46 muertos desde el viernes. Según un conteo de la agencia AFP: 18 en Polonia, 6 en República Checa, 5 en Lituania, 4 en Francia y Eslovaquia, 2 en Italia, Rumania, Serbia y Eslovenia, y 1 en Holanda. Adicionalmente, en Estonia el frío provocó 7 fallecidos en todo el mes de febrero.
En la madrugada del miércoles el termómetro bajó hasta -21°C en las regiones montañosas de Croacia y Bosnia; -20°C en Lübeck, en el norte de Alemania; -19°C en el sur de Polonia; -18°C cerca de Lieja, en Bélgica; y -10°C en los alrededores de Londres. En Suiza, se registró una marca de -36°C en Glattalp, a 1.850 metros da altura, un lugar deshabitado de temperaturas extremas.
En Francia, la madrugada de este miércoles fue la más fría en lo que va del invierno boreal, con -12°C en Metz, al noreste. Las temperaturas glaciales se mantendrían hasta hoy jueves.
Mientras, en Irlanda, los habitantes se lanzaron hacia los supermercados para aprovisionarse ante la llegada de la tormenta “Emma”, que el jueves provocaría las mayores nevadas registradas en el país desde 1982.
A través de toda Europa, la nieve y el hielo en calles y carreteras han perturbado el tráfico vehicular, aéreo y ferroviario. Numerosos vuelos han sufrido retrasos o cancelaciones.
Incluso ha nevado al sur del continente, en la costa mediterránea, donde no suele suceder.
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