Billy Williams, Ryne Sandberg, Kerry Wood... muchos grandes exjugadores y leyendas de los Cachorros de Chicago formaron parte de la celebración de la victoria del equipo en la Serie Mundial en el 2016, pero hubo una ausencia notable: Sammy Sosa.
Y a juzgar por sus expresiones, una reunión de ambas partes no parece probable en el futuro cercano. El exempleado de relaciones con los medios de los Cachorros Chuck Wasserstrom habló recientemente con Sosa mediante Skype y escribió sobre su conversación en su blog personal.
Sosa, quien jugó 13 temporadas con los Cachorros, dijo que lamenta la forma en la que salió del equipo pero dijo que no volverá mendigando a cantar el “Take Me Out to the Ball Game” en la séptima entrada.“Yo nunca le diría ‘No’ a eso. Yo le debo algo a la gente - a la fanaticada en Chicago”, dijo. “Por eso, yo volvería. Pero no voy a ir allá a decir, ‘Estoy aquí. Por favor déjenme entrar y denme la oportunidad.’ De ninguna manera. Yo no paso hambre. Yo tengo demasiado orgullo, ellos saben dónde me pueden encontrar”.
Los Cachorros lo cambiaron a los Orioles luego de la temporada 2004, y ambas partes no se han reconciliado. “Yo no quería irme de Chicago. Yo debí haber manejado esa situación de forma diferente, de hecho”, le dijo Sosa a Wasserstrom. “Reconozco mis errores. Pero mira, yo tengo mi orgullo, y yo sé que tuve una tremenda carrera en Chicago. Cuando nadie sabía dónde quedaba Chicago, yo puse a Chicago en el mapa. Como digo yo, si lo pudiera hacer de nuevo, lo haría de otra forma”.
La reputación de Sosa quedó manchada luego al negar el uso de sustancias para mejorar el rendimiento en un testimonio ante el Congreso, y los fiscales consideraron someterle cargos por perjurio basados en un reporte del diario New York Times de que había dado positivo. Pero nunca fue acusado. Todo eso hizo que Sosa se sintiera perseguido.
Contento con triunfo de los Cachorros
Sosa dijo que estaba contento que finalmente los Cachorros lograron romper la maldición y ganar la Serie Mundial, pero que lo tienen que invitar para que él vuelva al Wrigley. “Oye, si me envían una invitación, entonces definitivamente diría que ‘sí’”, dijo. “Esa es mi casa - sin importar lo que ocurrió [al final]. Mis números - nadie me va a poder quitar eso”.
Via ESPN
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