Fue una batalla intensa que por momentos se indigestó a los Warriors, mucho más de lo que la mayoría hubiera pensado.
En buena parte del partido, en especial principio y en el tercer periodo, Dallas dominó. Sin embargo, Golden State siempre encontró la manera de salir del problema con sus disparos de tres puntos.
Klay Thompson anotó 39 puntos; Stephen Curry otros 31 y Harrison Barners cooperó con 20 para unos Warriors que reconocieron sentirse afortunados de ganar un partido en el que distaron de jugar su mejor basquetbol.
“Tienen que darle mucho crédito a esos muchachos”, dijo Barnes en referencia a los Mavericks. “Se repartieron bien la duela y jugaron zona, algo que en realidad no habíamos visto mucho esta temporada. Estuvieron atinando sus disparos. Tuvimos que hacer un esfuerzo grande para competir”.
“Pero cuando comenzamos a mover la bola y encestar los tiros que queríamos a la ofensiva, la defensiva también mejoró”, agregó.
Los Mavericks encestaron 44.1 por ciento de sus disparos, aunque apenas 31 por ciento de sus 29 triples que intentaron.
Su mayor fortaleza, como señaló Barners, fue mover el balón por toda la cancha y tratar de ganar rebotes (46-42).
Pero cada vez que parecían frenar a los Warriors aparecían Thompson o Curry para encestar desde lejos.
Entre ambos se combinaron para 16 triples de los 27 que dispararon en un equipo que totalizó 38 desde afuera del arco.
“Klay estuvo brillante”, dijo el entrenador de los Warriors, Steve Kerr. “Estuvo caliente toda la noche y peleó a la defensiva. Ellos pusieron demasiados guardias sobre la duela que son capaces de penetrar y armaron demasiadas pantallas”.
“En realidad creo que Klay brilló en la defensa y obviamente estuvo conectando sus disparos”, añadió. “Si conectas 22 de tres puntos, usualmente vas a ganar”.
El entrenador de los Mavericks, Rick Carlisle, aplaudió el esfuerzo de sus jugadores, a pesar de que perdieron por séptima ocasión en sus últimos ocho partidos y que por vez primera en la temporada tiene marca perdedora (34-35).
Atribuyó buena parte de su descalabro a la profundidad de los tiros de los campeones.
“Siempre nos mantuvimos peleando contra todo”, dijo Carlisle. “Nunca renunciamos. Estamos un poco golpeados y es un hecho que tenemos que comenzar a ganar”.
Los Mavericks llegaron a tener una ventaja de ocho unidades en el periodo inicial, antes de irse abajo por 18 ante los Warriors, a los que de nuevo empataron en el tercer periodo.
Dirk Nowitzki anotó 24 puntos y el ex Warrior, 16, además del mismo número de rebotes para conseguir su cuarto doble-doble en apenas 12 juegos desde que llegó a los Mavericks.
J.J. Barea otra vez fue un revulsivo energético para Dallas con 16 unidades en 28 minutos sobre la duela, saliendo desde la banca.
"Siempre es complicado enfrentar a Dallas porque Rick (Carlisle) es un gran entrenador”, dijo Kerr. “Encuentra maneras de complicar todo. Juega un montó de zona y pone combinación rarísimas de jugadores sobre la cancha”.
“Así que me voy feliz de aquí con el triunfo”, agregó. “Mañana tenemos otro partido muy complicado en San Antonio.
Los Warriors (62-6) visitarán a los Spurs (58-10), en el primer partido de temporada regular de la historia en el que se combinan dos equipos para un porcentaje ganador de al menos .800, después de al menos 50 juegos disputados.
“Creo que será un buen partido”, dijo Thompson. “Creo que el partido merece la expectativa y es algo muy bueno para la liga”.
El partido entre Mavs y Warriors fue uno de los más cotizados de temporada regular en los últimos tiempos en Dallas, con boletos que este viernes oscilaban entre 135 y 3,500 dólares y al que figuras como DeMarcus Ware, Hershel Walker y Jordan Spieth asistieron.
BREVE…
- El centro de los Warriors Andrew Bogut sufrió torcedura de dedo gordo del pie derecho y está en duda para el juego del sábado contra los Spurs.
- Por los Mavericks salieron lastimados Chandler Parsons (tirón muscular en pierna) y Wesley Matthews (rodilla).
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