Ahogada en llantos, Mireya Espinal, madre del pelotero, acusa de la muerte de su hijo a los agentes de la cárcel de La Victoria.
A de Paula se le impuso una medida de coerción de tres meses por un incidente con un menor, pero ya llevaba nueve meses en prisión.
Se le acusaba de propinarle una pedrada a un menor de 16 años, hecho que la madre atribuye a problemas mentales que padecía el joven tras ser golpeado con una pelota en la cabeza mientras jugaba años atrás.
Sin embargo en medio del dolor y la indignación que los embarga, los familiares del hoy fenecido pelotero de 32 años relataron sus logros y cualidades.
De Paula dejó un proyecto a medio terminar, que fue la construcción de un edificio ubicado en la calle El Sol, de la Urbanización Radiante, en Villa Mella, donde también residía en uno de los apartamentos. Los familiares dicen que recibió una golpiza en la cárcel que lo dejó grave, falleciendo el sábado.
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