Las mujeres dominicanas que viajan a la República Dominicana para someterse a cirugías estéticas están en la mira de las autoridades de salud de las ciudades de New York y New Jersey, y emitieron un alerta de salud por las enfermedades causadas por una bacteria, fruto de la mala práctica médica y de las condiciones de higienes de los centros de salud donde le realizan la cirugía.
El doctor Jay Varma, del departamento de control de enfermedades de la ciudad de New York, dijo al ser entrevistado en el canal 41, que hasta el momento no está claro el origen de la infección, pero que en todos los casos son mujeres dominicanas que regresan de la República Dominicana con graves problemas de salud producto de la malas cirugías practicadas en diferentes centros de estéticas del país donde se sometieron a procedimientos estéticos.
Maritza Ureña, estilista de Washington Hights, admitió que clienta de su salón, a quienes no identifico, han sido sometidas a tal cirugía, pero que no le ha pasado nada y se encuentran bien de salud, por lo que realizan su vida normal.
Un alerta del departamento de salud de New York han denunciado sobre siete casos de infecciones en Masachussets ,Connetticut, Mariland y seis más que son investigados en la ciudad de New york y en el estado de New Jersey.
Según denunció el sub comisionado de salud, todas esas mujeres que se presentaron con problema fueron dominicanas y se determinó que viajaron a la nación caribeña y regresaron infectadas luego de haberse practicado cirugías estéticas en el país.
El funcionario dijo que todas fueron detectadas con una bacteria conocida en termino medico como naturiculo micro bateriaun, y agregó que ésta bacteria pueden estar en el agua o en los medicamentos contaminados, así como en las pobres condiciones higiénicas durante la cirugía.
El doctor Varma aseguró que todos los casos reportados a mujeres que en los últimos años se le practica cirugía de seno, reducción de estómago y liposucción.
El galeno advirtió que los síntomas son fiebres, irritación de la piel, sensibilidad y dolor.
Nota de Francisco Reynoso
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