Las vías lucen desoladas debido al poco flujo de vehículos privados y públicos, y solo algunos chóferes de carros y de guaguas públicas se atrevieron a salir a ofrecer su servicio a las personas que salieron a trabajar y por otras razones.
Mientras que colmados, supermercados y otros negocios de los diferentes sectores de la capital y de la provincia de Santo Domingo mantenían sus puertas cerradas, luego que su personal estuviera vendiendo hasta muy tarde de la noche del Día 24.
También se observa un patrullaje de agentes policiales en las esquinas y motorizada, en prevención de accidente y de otras situaciones que pudieran presentarse.
Nota de Ramón Ramos
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