La oreja izquierda de la paciente había sido casi totalmente amputada para salvarle la vida, amenazada por un cáncer de piel agresivo que se había extendido también al cráneo. La glándula salival parótida y el conducto del oído interno izquierdo también fueron extirpados.
La intervención, en conjunto, consistió en unir hueso, cartílago, piel y arterias con los que se reconstruyo la oreja y a la que se puso un audífono para recuperar la audición. Todos los tejidos vivos se tomaron del propio cuerpo para minimizar el riesgo de rechazo por parte del sistema inmune de la mujer.
"Es mi piel, mis huesos, y la reconstrucción más cercana a lo que era mi oreja antes del cáncer", declaró Sherrie Walter, una madre trabajadora con dos hijas cuya odisea comenzó en 2008.
Un carcinoma se extendió al cerebro y los médicos amputaron la oreja para salvarle la vida. "Cuando mis médicos me dijeron que la reconstrucción era posible, pensé que era demasiado bueno para ser verdad, sonaba a ciencia ficción", agregó Walter.
"Los pacientes deben tener el coraje físico y emocional, y la paciencia, para hacer frente a estos procedimientos agotadores y para recuperarse", dijo el cirujano Patrick Byrne.
Fuente: http://www.diarioveloz.com
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