10 de marzo de 2021

Cuánta vasos de agua debes beber por día realmente: no necesariamente son 8

 


Los “8 vasos al día” es un objetivo razonable, pero no hay una fórmula única para todos. Las necesidades de agua de dos personas con tipos de cuerpo y estilos de vida diferentes no suelen ser las mismas.

La Fuente de la Nutrición de Harvard señala que la Academia Nacional de Medicina sugiere una ingesta adecuada de líquidos diarios de 13 tazas y 9 tazas para hombres y mujeres sanos, respectivamente, con 1 taza equivalente a 8 onzas. Pero también enfatiza no es un objetivo diario, sino una guía general, las necesidades exactas de líquidos de cada persona varían, incluso en el día a día.

Dana Cohen, médico de medicina integrativa y coautor de Quench, señala que es imposible dar a todos exactamente la misma regla. Pero como guía general, ella diría que bebas la mitad de su peso en onzas. Por ejemplo, alguien que pesa 150 libras querría beber alrededor de 75 onzas de agua, que son aproximadamente 9 tazas.

El Dr. Julian Seifter, especialista en riñones y profesor de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard señala que la mayoría de las personas sanas necesitan de cuatro a seis vasos de agua al día.

Tus necesidades dependerán de tu peso, edad, entorno (clima) y nivel de actividad, así como de cualquier enfermedad que puedas tener.

La fiebre, el ejercicio, la exposición a climas de temperaturas extremas (muy calientes o fríos) y la pérdida excesiva de líquidos corporales (como con vómitos o diarrea) aumentarán las necesidades de líquidos.

Considera que además del agua potable, también obtienes agua a través de bebidas y alimentos líquidos, tales como sopa, leche, té, café y los jugos. También de frutas y verduras ricas en agua. El alcohol no se considera una fuente de agua.

No dependas de la sed

Generalmente bebemos agua cuando sentimos sed, la principal señal que nos alerta cuando nuestro cuerpo se queda sin agua.

Los atletas, las personas enfermas y los bebés pueden no tener una sensación de sed adecuada para reponer sus necesidades de líquidos. A medida que envejeces, tu sed puede cambiar. Un derrame cerebral o la demencia, también pueden afectar la sed.

“Las personas que no pueden depender de la sed”, aconseja Harvard. Es importante tomar líquidos durante el día, aun cuando no se presente la sed y no haga calor.

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