Sin público y más simbólico que nunca, el árbol navideño del Rockefeller Center cumplió su ritual de encendido la noche de este miércoles, dando paso a la navidad en Nueva York, esta vez bajo la sombra de la pandemia.
Por 88vo año consecutivo, el gran pino fue encendido, listo para reinar como uno de los más famosos del mundo. El de 2019 llegó a atraer unos 750 mil visitantes al día, según la agencia de turismo de la ciudad, NYC & Company.
Además, las espectáculos en las vitrinas aledañas de Saks 5ta Av suelen ser muy admirados en esta época.La falta de público y la crisis económica de la ciudad no limitaron la decoración: se usaron unas 50 mil luces LED multicolores y en el tope una estrella Swarovski de 900 libras (400 kilos) de peso, cubierta por tres millones de cristales, detalló NBC, canal que transmitió la ceremonia, precedida por un espectáculo musical y con la presencia del alcalde Bill de Blasio.
“En muchos sentidos, la Navidad no se verá igual en 2020, pero algunas de nuestras tradiciones más preciadas no se irán a ningún lado. Gracias a todos los que trabajan para asegurarnos de que tengamos una vida segura y feliz”, escribió el alcalde anoche en Twitter con una foto del gran pino brillando.
Para ver el árbol este año hay que cumplir un protocolo de tecnología, sanidad y paciencia: los aspirantes deben usar un teléfono celular para escanear el mismo día los códigos QR publicados cerca del Rockefeller Center. Luego esperar a recibir un mensaje de texto con un tiempo de espera estimado e indicaciones para “acercarse” al pino, solos o en grupos de máximo 4 personas, con mascarillas y distanciamiento. El acceso sólo será por 5 minutos, para dar oportunidad a más personas.
La observación sólo será posible desde las calles 49 y 50, entre las avenidas 5ta y 6ta, hasta principios de enero, de 6 a.m. a la medianoche. El área exacta donde se ubica el pino, conocida como Center Plaza, está cerrada al público.
También se le puede acceder comprando entradas para patinar sobre hielo a sus pies, pero ese proceso igualmente tiene limitaciones por la pandemia.
El inmenso árbol de este año es un pino noruego de 75 pies (29 metros) de alto, 45 pies (14 metros) de ancho y 11 toneladas de peso. Se cortó en Oneonta, al norte de Nueva York, cerca de Canadá y su edad se calcula entre 75 y 80 años.
Fuente Diario La Prensa
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