El miedo que sienten de salir a las calles y ser atracados ha hecho que los habitantes del Gran Santo Domingo disminuyan sus actividades fuera del hogar.
Tal es el caso de la señora Gladis Valdez, que vive enVilla Juana desde hace siete años, y afirmó que los actos delictivos son cometidos por jóvenes en un rango de edad entre 10 a 22 años.
“A partir de las siete de noche esto es tierra de nadie. Da pavor salir a la calle, sin tener miedo de ser atracado”, lamentó.
En cambio, Mélida González manifestó que los atracos han disminuido de manera significativa, debido al patrullaje de la Policía todo el día.
La situación se repite en Buenos Aires de Herrera, en especial los días 15 y 30, relató el comerciantes Carlos Báez, quien atribuye el 90% de este problema a los padres, por la carencia de valores y el control sobre sus hijos.
De igual manera se expresa la vendedora Evelin Sánchez, cuando indica que tanto en el día como en la noche es imposible transitar por la calle El Sol esquina Progreso.
“A pesar de ser una de las vías con más flujo vehicular, es donde se registran más atracos”, explicó.
Nani Pérez, moradora de Herrera desde hace más de 44 años, afirmó que prefiere estar en su casa todo el día, porque ha perdido la confianza de que algún día se elimine la delicuencia en su totalidad.
“Yo quisiera que vuelva Candelier, así se solucionarían las cosas”, manifestó con un sonrisa llena de esperanza.
En ese orden, la estilista y moradora del sector Villa Consuelo Clidia Suazo exclamó con voz molesta que vive horrorizada por los constantes tiroteos en la noche de personas que visitan las discotecas.
“La incertidumbre no nos deja vivir, no pasa un día sin que ocurra un atraco. Mi esposo tuvo que poner rejas en toda la casa, pero ni así sé si estamos seguros”, expresó Suazo.
La comerciante Juana Vázquez, residente en la calle Juan de Morfa, en Villa Consuelo, dijo que está tensa y que siente que no tiene salida ante tantos crímenes sin resolver y la delicuencia que arropa a esta comunidad.
Sociedad carcomida. Como una carcoma, la delicuencia está sobre el país y el sector San Carlos no es la excepción.
José Gómez afirmó que a partir de las ocho de la noche, motorizados inundan las calles capaces de arrancarle la cabeza a sus víctimas, para quitarles las pertenencias.
Afirmó que las autoridades realizan su trabajo, pero necesitan mas patrullas.
En tal sentido, la estilista Niña Montalvo señaló que fue obligada por los delincuentes a poner doble cerradura a su local, para proteger no solo su vida, sino la de sus hijos y clientes.
La señora, oriunda de esta comunidad, pide a las autoridades tomar medidas más fuertes para erradicar este mal que ha consumido la vida de muchos dominicanos trabajadores.
No obstante, Jesús Rodríguez, vendedor de vidrios desde hace 20 años, afirmó que estos días no hay registro de ningún acto vandálico en esta zona.
Indicó que la Policía ha reforzado el patrullaje en las calles y que todo el día las mantiene rodeadas, sin darle paso a los delincuentes.
“Este sector avanza gracias a Dios, las autoridades están realizando su trabajo, por lo menos en esta comunidad”, señaló Rodríguez con voz segura y precisa.
“A partir de las siete de noche esto es tierra de nadie. Da pavor salir a la calle, sin tener miedo de ser atracado”, lamentó.
En cambio, Mélida González manifestó que los atracos han disminuido de manera significativa, debido al patrullaje de la Policía todo el día.
La situación se repite en Buenos Aires de Herrera, en especial los días 15 y 30, relató el comerciantes Carlos Báez, quien atribuye el 90% de este problema a los padres, por la carencia de valores y el control sobre sus hijos.
De igual manera se expresa la vendedora Evelin Sánchez, cuando indica que tanto en el día como en la noche es imposible transitar por la calle El Sol esquina Progreso.
“A pesar de ser una de las vías con más flujo vehicular, es donde se registran más atracos”, explicó.
Nani Pérez, moradora de Herrera desde hace más de 44 años, afirmó que prefiere estar en su casa todo el día, porque ha perdido la confianza de que algún día se elimine la delicuencia en su totalidad.
“Yo quisiera que vuelva Candelier, así se solucionarían las cosas”, manifestó con un sonrisa llena de esperanza.
En ese orden, la estilista y moradora del sector Villa Consuelo Clidia Suazo exclamó con voz molesta que vive horrorizada por los constantes tiroteos en la noche de personas que visitan las discotecas.
“La incertidumbre no nos deja vivir, no pasa un día sin que ocurra un atraco. Mi esposo tuvo que poner rejas en toda la casa, pero ni así sé si estamos seguros”, expresó Suazo.
La comerciante Juana Vázquez, residente en la calle Juan de Morfa, en Villa Consuelo, dijo que está tensa y que siente que no tiene salida ante tantos crímenes sin resolver y la delicuencia que arropa a esta comunidad.
Sociedad carcomida. Como una carcoma, la delicuencia está sobre el país y el sector San Carlos no es la excepción.
José Gómez afirmó que a partir de las ocho de la noche, motorizados inundan las calles capaces de arrancarle la cabeza a sus víctimas, para quitarles las pertenencias.
Afirmó que las autoridades realizan su trabajo, pero necesitan mas patrullas.
En tal sentido, la estilista Niña Montalvo señaló que fue obligada por los delincuentes a poner doble cerradura a su local, para proteger no solo su vida, sino la de sus hijos y clientes.
La señora, oriunda de esta comunidad, pide a las autoridades tomar medidas más fuertes para erradicar este mal que ha consumido la vida de muchos dominicanos trabajadores.
No obstante, Jesús Rodríguez, vendedor de vidrios desde hace 20 años, afirmó que estos días no hay registro de ningún acto vandálico en esta zona.
Indicó que la Policía ha reforzado el patrullaje en las calles y que todo el día las mantiene rodeadas, sin darle paso a los delincuentes.
“Este sector avanza gracias a Dios, las autoridades están realizando su trabajo, por lo menos en esta comunidad”, señaló Rodríguez con voz segura y precisa.
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