Mientras Guzmán interpretaba una canción, una fanática subió corriendo al escenario para besar a la cantante. Llegó rauda donde la artista y además de besarla, la manoseó (fortuita o deliberadamente), lo que desató la ira de la diva mexicana.
La reacción fue natural: la empujó, pidió que la sacaran e incluso, le lanzó el pandero cuando la fanática ya había regresado a su asiento.
Según la prensa azteca, Guzmán siguió cantando un par de canciones y luego dejó el escenario visiblemente molesta.
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