15 de septiembre de 2012

En Nueva York prohíbe venta de refrescos grandes para evitar la obesidad


La Junta de Salud de Nueva York aprobó hoy la propuesta del alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, de prohibir la venta de refrescos y bebidas azucaradas de gran tamaño en restaurantes, cines, carritos callejeros y otros establecimientos para luchar contra la obesidad.

Los responsables de sanidad de la ciudad aprobaron, por ocho votos a favor y una abstención, el veto a la comercialización de los refrescos en envases superiores a las 16 onzas (464 mililitros) en la Gran Manzana, un plan que desveló Bloomberg hace menos de cuatro meses y que entrará en vigor en marzo del año que viene.
"Las pruebas dejan muy claro que las bebidas azucaradas están contribuyendo a una epidemia de obesidad", dijo al respaldar la medida uno de los nueve miembros presentes en la votación de la Junta de Salud de Nueva York, Sandro Galea.
El Departamento de Salud de la ciudad desveló el jueves que hasta ahora había recibido un total de 32.000 cartas de apoyo a la propuesta y unas 6.000 contrarías.
La propuesta, la primera de este tipo que se aprueba en Estados Unidos, afectará a salas de cine, estadios deportivos, restaurantes, cadenas de comida rápida y puestos de venta callejera, así como bodegas y tiendas de ultramarinos, aunque no incluye a los supermercados.
Bloomberg explicó al presentar el proyecto que la prohibición abarca desde las bebidas energéticas hasta los refrescos gaseosos o el té frío azucarado, pero no a las bebidas que contienen menos de 25 calorías, las aguas vitaminadas o el té sin azúcar.

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