Argumentan que tienen que gastar grandes sumas en camisas, trajes, corbatas, zapatos y otros atuendos difíciles de adquirir con un sueldo base de RD$175 mil, y una cobertura de sólo RD$45 mil por mes en gastos de representación. Esto porque, según varios, “si tú andas como un chopo nadie te respeta”.
Otros sostienen para poder llegar o mantenerse en la curul, un diputado tiene que repartir grandes sumas de dinero, útiles escolares, comida, juguetes, medicinas, féretros, canastas navideñas y otros artículos, de corte clientelista, entre los votantes más pobres de sus demarcaciones.
Esta gran “carga” social, dicen, provoca que algunos honorables tengan que usar billetes de sus propios salarios para pagar el consumo de alimentos y electricidad de sus casas, como ciudadanos o ciudadanas comunes y corrientes.
Según el Presidente de la Camara de Diputados Abel Martínez, Diputados tienen autoridad moral suficiente para “hablar a pleno pulmón del deber cumplido”, aunque en los carros públicos, las redes sociales y los medios de comunicación se les critique.
Además del sueldo, los gastos de representación, la dieta y los viáticos por asistencia, a los miembros de la Cámara Baja se les asigna RD$3,500 para pago de teléfonos celulares, y RD$22 mil para combustible. En total sus ingresos oficiales pueden alcanzar los RD$330,974 mensuales
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