12 de marzo de 2011

Un Boricua inventor de un refugio contra tsunamis


El inventor puertorriqueño Miguel Serrano, autor del diseño de un sistema de refugio contra tsunamis consistente en un cilindro de hormigón reforzado de unos veinte metros de longitud, negocia un contrato en Estados Unidos.


Serrano señaló hoy a Efe que negocia en estos momentos con una compañía proveedora del Gobierno estadounidense la posibilidad del desarrollo en ese país de su Refugio de Módulos Interconectados para Tormentas, Tornados y Tsunamis (STATIM, por sus siglas en inglés).

El inventor y empresario resaltó que el tsunami ocurrido hoy en Japón, consecuencia del terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter que sacudió el país asiático, demuestra la necesidad de contar con medidas de prevención alternativas.

Serrano apuntó que las conversaciones con un contratista de defensa naval de Estados Unidos podrían llevar a la venta de sus prototipos en ese país, aunque no dio detalles de la empresa con la que ha iniciado negociaciones.

Dijo que lo acontecido en Japón pone en evidencia que su cilindro de hormigón es la única alternativa para los tsunamis, una vez que como hoy pudo comprobarse que los sistemas de aviso y la preparación de las poblaciones no son medidas suficientes.

Serrano lamentó que el Ejecutivo puertorriqueño no haya accedido a valorar la instalación de sus refugio de módulos interconectados en la isla caribeña, en su opinión un territorio mal preparado para hacer frente a tsunamis.

El inventor señaló que su refugio consiste en un cilindro de un diámetro de unos 3 metros sujeto a tierra por medio de un sistema de anclaje, que se movería, desde el punto de amarre, a través de un radio de unos 50 metros al ser alcanzado por las sacudidas de las olas gigantes de los tsunamis.

El sistema de anclaje está diseñado para resistir la fuerza de olas de hasta 11 metros, aunque en el caso de niveles superiores y de romperse el amarre, el cilindro flotaría en los alrededores de la zona.

Los cilindros estarían construidos en hormigón, al tratarse de un material barato y que no requiere de los procesos más complicados del acero en la fase de manufactura.

El precio de sus modelos de STATIM rondaría los 1.500 dólares por ocupante, para prototipos con capacidad para unas 50 personas.

Los refugios que propone el inventor contarían con baterías cargadas con placas solares capaces de proporcionar electricidad, sistema de ventilación mecánica y enlace GPS a través de satélite para permitir la comunicación con el exterior.

Fuente/EFE

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