Teniendo en cuenta esos datos, se le preguntó en más de una ocasión si tenía problemas físicos, cuestión a la que nunca contestó de forma afirmativa pese a que su propio entrenador, Steve Kerr, explicó que así era.
Lo cierto es que tras una agotadora temporada –tanto física como mentalmente– para acabar alcanzado las 73 victorias, era lógico que su cuerpo sufriese, más aún tras lesionarse la rodilla en primera ronda contra los Rockets. Pese a todo, no ha sido hasta ahora cuando ha admitido que disputó mermado las Finales.
“No estaba al cien por cien, pero a quién le importa. Estaba jugando. Estaba intentando ayudar a mi equipo a ganar y eso es lo único que importa. He aprovechado bien el verano aunque aún tengo trabajo por delante”, expresa a ESPN.
Más allá de dolencias físicas, lo que Curry no olvida es ese séptimo partido ante los Cavaliers que le dejó sin su segundo anillo de campeón. Por ello, y tras estar meses sin verlo, se decidió a hacerlo para iniciar los entrenamientos con las pilas cargadas.
“Estaba un poco enojado conmigo mismo e intentaba volver a entrar en la rutina de trabajo de cara a la próxima temporada. Creo que ha sido una buena motivación para volver con fuerza al gimnasio y a los entrenamientos”.
Preparados para la presión
Con la llegada de Kevin Durant, ya hay quien habla de si estos Warriorsdeben intentar superar los 73 triunfos del pasado curso e, incluso, de la obligación de hacerse con el anillo. Esos pronósticos sin embargo no inmutan a Stephen.
“Sinceramente, no creo que pueda haber más presión de la que ya tuvimos el año pasado. Tras ganar un campeonato y ganar después 73 partidos, se espera que ganes otro título. Obviamente no fue así. Habrá un ambiente diferente porque el equipo es diferente con jugadores como KD. Tenemos unos seis o siete chicos nuevos”.
Nota de Álvaro Arenillas
Lo cierto es que tras una agotadora temporada –tanto física como mentalmente– para acabar alcanzado las 73 victorias, era lógico que su cuerpo sufriese, más aún tras lesionarse la rodilla en primera ronda contra los Rockets. Pese a todo, no ha sido hasta ahora cuando ha admitido que disputó mermado las Finales.
“No estaba al cien por cien, pero a quién le importa. Estaba jugando. Estaba intentando ayudar a mi equipo a ganar y eso es lo único que importa. He aprovechado bien el verano aunque aún tengo trabajo por delante”, expresa a ESPN.
Más allá de dolencias físicas, lo que Curry no olvida es ese séptimo partido ante los Cavaliers que le dejó sin su segundo anillo de campeón. Por ello, y tras estar meses sin verlo, se decidió a hacerlo para iniciar los entrenamientos con las pilas cargadas.
“Estaba un poco enojado conmigo mismo e intentaba volver a entrar en la rutina de trabajo de cara a la próxima temporada. Creo que ha sido una buena motivación para volver con fuerza al gimnasio y a los entrenamientos”.
Preparados para la presión
Con la llegada de Kevin Durant, ya hay quien habla de si estos Warriorsdeben intentar superar los 73 triunfos del pasado curso e, incluso, de la obligación de hacerse con el anillo. Esos pronósticos sin embargo no inmutan a Stephen.
“Sinceramente, no creo que pueda haber más presión de la que ya tuvimos el año pasado. Tras ganar un campeonato y ganar después 73 partidos, se espera que ganes otro título. Obviamente no fue así. Habrá un ambiente diferente porque el equipo es diferente con jugadores como KD. Tenemos unos seis o siete chicos nuevos”.
Nota de Álvaro Arenillas
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