La nueva fase del operativo Lava Jato, que conduce el notable juez de Curitiba Sergio Moro, dejó una mina explosiva en el terreno de la política brasileña.
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Ex CEO de la constructora Odebrecht, Marcelo Odebrecht./ EFE
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Más de 200 líderes partidarios, de todas las agrupaciones del arco oficialista y opositor, recibieron “donaciones” de dudoso origen del grupo Odebrecht, la mayor constructora de Brasil. Asombrados con lo que consideraron una “bomba atómica”.
Es que documentos secuestrados por la policía, en las operaciones desplegadas el martes último con más de 60 allanamientos, pusieron al descubierto la existencia de una “contabilidad paralela” que llevaba la empresa, y donde constaban exclusivamente el regado con dinero a 18 agrupaciones partidarias del país.