Estados Unidos pedirá una prueba negativa de la COVID-19 a todos los viajeros que lleguen en avión al país. La medida de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) amplía una similar anunciada el mes pasado para todos los pasajeros provenientes del Reino Unido tras la detección de una nueva cepa del Coronavirus.
La directriz busca evitar que los viajeros traigan nuevas mutaciones del virus y entrará en vigor a partir del 26 de enero.