En un juego cerrado, jugar mala defensa es riesgoso. Los Tigres del Licey le sacaron provecho a los infortunios de los Gigantes del Cibao para derrotarlos 3-2 en el Estadio Julián Javier, luego de fabricar dos vueltas salvadoras en el octavo episodio.
Hanley Ramírez remolcó dos de las tres vueltas azules, la segunda de ambas, en el octavo productivo, después de dos outs, que significó la carrera de oro para el Licey que por fin gana un partido que los catapulta a una mejor posición en el campeonato, ya que se ubican en solitario en el tercer lugar de la tabla.