Un repaso por la vida del más grande merenguero de todos los tiempos. No podría escribirse la historia de la música tropical en América sin Johnny Ventura, a ese que llamaron “El Hijo del Pueblo”, “La Industria del Sabor”o sencillamente El Caballo Mayor.
En esta conversación en la que la periodista Colombia Alcántara toca elementos esenciales en la historia de un artista con 60 años de carrera, tan activo como el que más y tan preferido como cualquier merenguero del momento.
A Johnny la vida le deparó ser artista, muchas cosas se dieron para que este niño que tenía en su cabeza sueños un tanto lejos de la música finalmente terminará cantando y bailando.
“Yo de pequeño estudiaba para ser arquitecto, mi gran sueño era ser el mejor arquitecto de la República Dominica y estudiaba para eso hasta donde los recursos de mamá pudieron porque yo desde los cinco años quedé al amparo de ella, porque el viejo cuando se divorció de ella se divorció de los hijos también, entonces en un momento en el que ya hecho bachiller realmente no pude entrar a la universidad, seguí pensando alguna vez poder ser y es por lo que me voy a un instituto comercial a estudiar mecanografía, taquigrafía, contabilidad y archivo, que en ese tiempo era una carrera corta de más o menos dos años”, recuerda Ventura.
Se le da el crédito de haber sido el director de grupo que presentó a los músicos de pie ya que la tradición era que tocaran sentados, y es que nadie iba a impedir que este hombre dejara de mostrar sus dotes de bailarín y con el swing que lo hacía.
“Había mucha influencia de la música mexicana pero yo me inclinada por la alegría de la música cubana, había figura como Benny Moré por ejemplo, Celia Cruz, y veía las películas de Benny Moré cantando con Dámaso Pérez Prado, y coseché alguna influencia y esa música cubana impregnó mucho mi vida”, dijo Johnny en El Especial.
Lo cierto en una “rivalidad” con Wilfrido
Aunque Johnny y quizás el mismo Wilfrido Vargas no han llevado una rivalidad en lo personal pero, en la parte artística de repente las cosas se fueron más allá de lo debido.
“Se fue creando la rivalidad y en un momento dado los bandos periodísticos, Wilfrido preparó un team de personas que entendió que si yo desaparecía era lo mejor que podía pasar le a la patria y empezaron a hacer cosas que no estaban muy correctas y yo pienso que eso no le ayudó mucho, eso le hizo daño porque ya Johnny Ventura estaba dentro del corazón de la gente y cuando la gente veía que era una maldad contra mí se la fueron cobrando”, afirma el artista.
La curiosidad de la entrevistadora Alcántara invitó al caballo a contar una primicia, se creó una rivalidad tan fuerte que se llegó a inventar, según lo afirma Ventura, una supuesta bomba en un avión en el que viajaría Wilfrido Vargas y orquesta, en la que de alguna manera se responsabilizaba a Johnny Ventura y allegados, lo que resultó en una falsa, “no hubo una rivalidad personal lo que pasa es que Wilfrido tenía dentro de su equipo de estrategia grandes cerebros”, cuenta Johnny y luego estalla en una carcajada.
Aunque dice Ventura en El Especial, que veía a su rival como una promesa para la juventud y que incluso lo ayudó mucho en el inicio de su carrera.
“Yo empujé al Wilfrido Vargas, lo dejaba en el programa (El Show de Johnny Ventura) cuando nos íbamos de viaje, Wilfrido y sus Beduinos como los nuevos ídolos de la juventud, yo soy el primero que lleva a Wilfrido a un espectáculo, al Estadio Quisqueya, siempre hemos visto que una sola golondrina no hace verano, y yo soñaba con lo que después fue un gran boom, el boom de los 80 fue mi sueño, siempre estuve empujando para que esas cosas se dieran, por eso yo cuando viajaba me llevaba disco de los otros artistas y los promovía.
Una supuesta mano negra destruiría Los Beduinos
“Para mi Wilfrido es muy prolífero, Wilfrido es música, yo me atrevo a decir que es el músico más talentoso del país y tenía una ventaja sobre mí: que yo era su admirador, una vez le dije si tú me dejas organizarte tus ideas yo dejo el Combo Show. Wilfrido es el primer artista que llega con características propias, el menos parecido a lo que yo hacía”, dijo Ventura en El Especial.
Para Johnny detrás de todo siempre estaba Wilfrido, por eso recuerda que en una ocasión llegó a decirle al líder de los Beduinos y luego de que una revista con una mano negra apareciera en más de un evento con la inscripción “Mano Negra Detrás de las destrucción de los Beduinos”, y Ventura le dijo a Wilfrido: “yo lo llamé y le dije mira pasó esto aquella vez y yo no dije nada, pasó otra vez, si yo vuelvo a ver la revista posiblemente tu no vuelva a tocar trompeta nunca más en tu vida, y hasta el día de hoy yo no he visto la revista más”, precisó Ventura.
Su admiración por El Diablo Mateo
Con Joseíto Mateo las cosas fueron distintas, Johnny se confiesa admirador del llamado “Rey del Merengue”y más que eso el diablo Mateo es su ídolo.
“Tuve la dicha de ser de los jóvenes -acéfalos políticamente-, quizás por eso no corrí riesgos porque con las reacciones que yo tengo ante las injusticias a lo mejor no existiera porque no me enteré de las cosas de la tiranía, para mí la vida era un campo de limitaciones y estrecheces y vivíamos en el barrio justamente al doblar de Joseíto Mateo que era mi gran ídolo, sigue siéndolo todavía, Joseíto sigue siendo el artista que yo siempre hubiese querido ser, fue el primero que me grabó y definitivamente él también me quiere mucho, de Joseíto cogí bastante, lo admiro mucho, y fue la base fundamental para lo que luego llegó a ser Johnny Ventura”, expresa con humildad Johnny.
Todo lo que tendría Johnny por contar en una vida pública de 60 años que arrancó el 2 de junio de 1956, no con el relinchar y los bríos que se vieron años después en El Caballo, una hora no bastaría pero, Colombia habló de todo con este artista.
El político, los Doce Años de Balaguer, el padre, esposo, cómo fue que terminó el Combo Show y cómo nacieron Los Caballos y hasta su forma de vestir en esos tiempos dorados.
“El Conjunto Quisqueya iba con un sastre a los shows míos a ver lo que yo tenía puesto”, así recuerda como lo imitaban al vestir otras orquestas. Un programa muy especial, para un merenguero especial, Johnny en El Especial con Colombia Alcántara.
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