A través de una ordenanza, las autoridades de la localidad informaron que"impondrán multas a los dueños de perros que interrumpan con sus ladridos el silencio del tiempo dedicado a la siesta y al descanso nocturno", según publicó El Mundo.
A los amos de los perros que transgredan la nueva norma se les podrá imponer multas que van de los $18.000 a los $361.500 pesos aproximadamente.
"Los perros guardianes de casas, jardines y granjas deben mantenerse de manera que no causen daño agrediendo a los transeúntes y los propietarios deben impedir que los perros ruidosos perturben la paz en las horas nocturnas y la siesta", señala la norma.
Esta localidad, situada al sur de Nápoles y de unos 800 habitantes, cuenta también en la nueva normativa con una disposición destinada a garantizar el buen trato a los animales. En esta línea, prohíbe "abandonar animales en el territorio comunal, mantener a los perros encadenados y, si esto fuera necesario, la cadena tiene que tener una longitud de cinco metro". Además, se deberá garantizar, en este último caso, -agrega la ordenanza- que el perro "pueda alcanzar tranquilamente el recipiente del agua y de la comida".
Fuente: Agencia Uno
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