A más de un mes de la muerte de Paul Walker en un fuerte accidente automovilístico se conocieron más detalles de la autopsia que le realizaron. El cuerpo del actor estaba todo carbonizado y ninguno de sus órganos pudo ser donado.
Según el reporte al que accedió TMZ, Walker fue encontrado en el asiento del acompañante en una "postura pugilística", una posición defensiva que tomó antes del impacto del automóvil en el que viajaba contra un auto.
El actor de Rápido y Furioso tuvo múltiples fracturas en su cuerpo, incluyendo la mandíbula, clavícula, el brazo izquierdo, varias costillas y la pelvis.
Como ya se había informado, la muerte de Walker se produjo por "lesiones traumáticas y térmicas" tras el accidente.
Aunque no pueden ser donados, parte de los órganos son guardados por los forenses de Los Ángeles en caso de que se inicien demandas en el futuro.
El conductor que viajaba con el actor, Roger Rodas, sufrió un gran trauma en la cabeza, con parte de su cráneo fracturado y pérdida de masa encefálica.
En ninguno de los dos cuerpos se encontraron restos de alcohol o drogas.
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