De los Santos llegó a las 3:05 de la tarde en el vuelo 1937 de la línea aérea Jet Blue por el Aeropuerto Internacional de las Américas, acompañada del cónsul dominicano en Puerto Rico, Franklin Grullón, y de los abogados puertorriqueños que la representaron Lucille Borges Capó y Aron Fernández Flores.
Fue recibida en la terminal aérea por la encargada de la División de Gestiones de Asistencia y Protección de Dominicanos en el Exterior de la Cancillería, Nallibe Sapeg, y de inmediato expresó su agradecimiento por la asistencia brindada por el Gobierno dominicano, al afirmar que fue vital para lograr su descargo.
De los Santos Pineda recibió la asistencia técnica, legal y económica del Gobierno dominicano, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Me resulta indescriptible expresar con palabras todo el apoyo que me dio el gobierno dominicano a través del cónsul dominicano en la vecina isla de Puerto Rico; fue un apoyo incondicional. Para todo el proceso fue vital el apoyo que me dieron”, indicó De los Santos.
Aseguró que se siente feliz de haber regresado a su país libre “de un proceso en el cual se le quiso involucrar, sin que ella tuviera la mínima participación ni conociera del mismo”.
A su llegada al aeropuerto se reencontró con su hija Francia Encarnación Pineda, quien también dijo estar “inmensamente emocionada y complacida con lo que hicieron las autoridades de la Cancillería y el Consulado con mi madre”.
El cónsul Franklin Grullón expresó su satisfacción por la llegada de la señora Aida de los Santos a su patria y aseguró que, no sólo ella, sino cualquier dominicano que lo necesite, recibirá el mismo apoyo de las autoridades dominicanas y mucho más cuando se trate de un caso de obvia inocencia.
Mientras, los abogados puertorriqueños que la representaron manifestaron que tomaron el caso luego de que De los Santos se comunicara con ellos y les planteara el hecho, teniendo la seguridad de que su defendida era inocente de los cargos que se le imputaban.
Tras su liberación, De los Santos estuvo bajo la responsabilidad del Consulado General de la República Dominicana en San Juan, Puerto Rico. Posteriormente fue sometida a una cirugía de rodilla, razón por la cual fue movilizada en una silla de rueda dentro de la terminal aérea.
Fuente/ zdigital.do
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