Una balacera cerca de un estadio de béisbol en Saltillo, en el norte de México, mató a tres presuntos pistoleros el martes y obligó a los jugadores a correr a guarecerse.
El equipo local Saraperos jugaba un partido de exhibición contra un equipo juvenil local cuando se escucharon disparos en la parte exterior del estadio.
Fotos del lugar mostraron a los jugadores tendidos en el suelo para protegerse.
La prensa local dijo que no había jugadores ni aficionados heridos, pero algunas fotos mostraron lo que parecían ser orificios de balas en el autobús de los Saraperos. Nadie tomaba las llamadas telefónicas a los Saraperos o su estadio.
Sergio Sisbeles, vocero de seguridad de Coahuila, el estado norteño donde se encuentra Saltillo, dijo que pistoleros abrieron fuego sobre una patrulla policial cerca del estadio.
La policía persiguió a los pistoleros, mató a tres e hirió a uno. Se incautó de tres fusiles y un vehículo.
No se aclaró si los sospechosos pertenecían a algún cartel del narcotráfico, de los cuales hay varios activos en la región.
Por otra parte, el consulado estadounidense en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo dijo en un comunicado de emergencia que tenía "noticias de balaceras en curso en la ciudad de Nuevo Laredo. Aconsejamos a la gente en Nuevo Laredo que no abandone sus hogares hasta que se resuelva la situación".
La prensa local reportó tiroteos intensos, pero las autoridades municipales no respondieron de inmediato a los pedidos de declaraciones.
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