Mookie Betts anotó la carrera de la ventaja en un rodado a la inicial de Corey Seager en el sexto inning y luego abrió la novena con un cuadrangular que amplió la delantera de los Dodgers, quienes conquistaron la Serie Mundial por primera vez desde 1988, al imponerse el martes 3-1 sobre los Tampa Bay Rays en el sexto juego.
Para coronarse de nuevo, los Dodgers debieron disputar 5.014 juegos de campaña regular y 114 de postemporada desde que Orel Hershiser ponchó a Tony Phillips de los Oakland Athletics para el último out de la Serie Mundial de 1988, el mismo año en que nació el zurdo Clayton Kershaw --tres veces ganador del premio Cy Young de la Liga Nacional y quien se llevó el crédito en el primero y quinto duelo de este Clásico de Otoño.
Kershaw calentaba en el bullpen cuando el mexicano Julio Urías ponchó al dominicano Willy Adames para ponerle punto final a la serie. El astro corrió junto a sus compañeros para celebrar en el diamante --donde muchos peloteros y entrenadores usaban mascarillas al final de una campaña realizada en medio de la pandemia del coronavirus.
Los Ángeles se había quedado a un paso del cetro dos veces en los últimos tres años. Y Betts estaba en la otra caseta hace dos temporadas con los Boston Red Sox. Pero antes de la presente campaña, Boston cedió a Betts, el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2008, para que se incorporara a los Dodgers mediante un canje.
Luego, Los Ángeles firmó al talentoso jardinero a un contrato por 12 años y $365 millones, que expira en 2032, cuando Betts cumpla 40 años.
La carrera de 3,2 segundos de Betts de la antesala al plato fue apenas suficiente para vencer el disparo del inicialista Ji-Man Choi y darle a los Dodgers la ventaja de 2-1 momentos después de que el manager de los Rays, Kevin Cash, sacó del encuentro al estelar zurdo Blake Snell, a pesar de su dominante actuación de cinco innings y un tercio.
El cubano Randy Arozarena, el peligroso toletero novato, extendió su récord de postemporada con su 10mo vuelacercas en la primera entrada ante el derecho Tony Gonsolin, el primero de siete lanzadores de los Dodgers. Los Rays no volvieron a colocar a otro corredor más allá de la segunda base mientras que el bullpen de Los Ángeles le dio al potente cuerpo de lanzadores de Tampa Bay una cucharada de su propia medicina.
Unas dos semanas y media después de que los Lakers ganaron el título de la NBA al concluir la campaña en la burbuja de Orlando, los Dodgers le dieron a Los Ángeles un nuevo campeonato este año, cuando la pandemia del coronavirus demoró, redujo y mudó de sede las temporadas deportivas en todo el mundo.
Por los Rays, los cubanos Yandy Díaz de 1-0, Arozarena de 4-2 con una anotada y una impulsada. Los dominicanos Manuel Margot de 4-0, Willy Adames de 4-0.
Por los Dodgers, el puertorriqueño Enrique Hernández de 1-0.
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