Cuatro de los migrantes interceptados se enfrentan a posibles cargos criminales federales por intentar volver a ingresar de manera ilegal en Estados Unidos.
La interdicción marítima fue el resultado de los esfuerzos en curso en apoyo de la Operación Resolución Unificada, la Operación Guardia Caribeña y el Grupo Interinstitucional de la Frontera Caribeña (CBIG por sus siglas en inglés), informó la Guardia Costera en un comunicado.
En un patrullaje de rutina la noche del jueves, la tripulación de una aeronave de la Guardia Costera (HC-144 “Ocean Sentry”) de la Estación Aérea de Miami detectó una embarcación sobrecargada de 15 pies (4,5 metros) que navegaba ilegalmente sin luces, aproximadamente 88 millas náuticas (163 kilómetros) al noroeste de Aguadilla, en Puerto Rico.
La Guardia Costera decidió entonces enviar al barco “Donald Horsley”, con base en San Juan, que interceptó la yola que llevaba a 25 personas a bordo y que indicaron que eran de nacionalidad dominicana.
La tripulación del “Donald Horsley” posteriormente transfirió a los migrantes a la embarcación “Thetis (WMC-910)” de la Guardia Costera, para su regreso a la República Dominicana.
Una vez a bordo de un buque de la Guardia Costera, todos los migrantes reciben alimentos, agua, refugio y atención médica básica.
El “Thetis” tiene puerto base en Key West Florida
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