"Los terroristas que nos atacaron creyeron que podían causar miedo y debilitar nuestro espíritu. Los Estados Unidos no pueden ser intimidados, y aquellos que lo intenten se unirán a una larga lista de enemigos derrotados que se atrevieron a poner a prueba nuestro temple", enfatizó Trump en un breve discurso durante la solemne ceremonia en el Pentágono.
Expresó que cuando el país está unido, "ninguna fuerza en la Tierra" puede destruirlos, aseguró también Trump al conmemorar el decimosexto aniversario de los atentados.
Acompañado por la primera dama, Melania Trump, y la cúpula militar, el Presidente depositó una ofrenda floral en el monumento por las víctimas erigido en el Pentágono, a las afueras de Washington, y envió un mensaje a los familiares.
"Sabemos que no pasa un día en que no piensen en sus seres amados que fueron arrebatados de sus vidas. Hoy, una nación entera se aflige con ustedes", comentó Trump a las familias de los 3.000 fallecidos en los ataques.
Además, Trump quiso mandar un mensaje de apoyo a todos los afectados por el huracán Irma, ahora degradado a tormenta tropical mientras avanza rumbo al norte por el estado de Florida, y por Harvey, que golpeó recientemente a Texas y Luisiana.
Antes de visitar el Pentágono, Trump y su esposa encabezaron un momento de silencio en los jardines del ala sur de la Casa Blanca en recuerdo de las víctimas del 11-S.
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