Rivera, acorde con la acusación, estuvo durante varios años, como un impostor, haciéndose pasar por un abogado de inmigración y recibiendo miles de dólares de sus víctimas, dijo la fiscalía estatal en un comunicado ayer lunes.
El Procurador General de Nueva York, Eric Schneiderman, dijo que el acusado será condenado entre 30 días a seis meses en la cárcel, y pagar $34.331 dólares en multas y restitución a los estafados.
“Mi oficina no tolerará a los defraudadores que se llenan los bolsillos estafando a una de nuestras comunidades más vulnerables y vamos a seguir protegiendo a los neoyorquinos de los proveedores de servicios de inmigración sin escrúpulos”, dijo Schneiderman.
Rivera se promovía como “abogado” de inmigración desde una oficina en El Bronx y ofrecía los falsos servicios a los extranjeros “ilegales” a los que les garantizaba ajustar el estatus residencial en los Estados Unidos.
El fiscal dijo que las víctimas, descubrieron finalmente que Rivera no es abogado y mucho menos tenía licencia o autorización de las autoridades migratorias para bregar con esos casos.
El periodista dominicano Fernando Aquino, portavoz de la fiscalía estatal, dijo que Rivera fue procesado por primera vez a mediados de los años 90 por defraudar al entonces Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), y en 2005, una tribunal le prohibió seguir ofertando sus servicios, pero desacató la orden y continuó con la práctica ilegal.
La fiscalía dijo que Rivera siguió violando la ley y desafiando la orden del tribunal, estafando a inmigrantes vulnerables a los que les robó $60.000 en total.
Nota de Miguel Cruz Tejada
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