La bloguera, de 30 años y más de 11 mil seguidores en Instagram (oculto al público tras el hecho), luchó antes de morir, según informaciones de la pericia.
Sus dientes estaban rotos y la víctima "presentaba numerosos hematomas", señaló la Policía.
Ese día, su padre, Philip Vetrano, no había podido acompañarla como lo hacía ocasionalmente por dolores en la espalda.
La investigación apunta a que el autor del crimen la habría ubicado gracias al sistema de localización de imágenes de la red social. A su vez, vecinos de Queens indicaron que en la zona suelen habitar numerosos vagabundos.
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