La multitud llenó las aceras y calles de una ciudad que había esperado más de medio siglo para albergar un festejo similar. La sequía de trofeos en Cleveland finalmente terminó. Ahora empieza la fiesta.
"Por alguna extraña razón, siento que voy a despertarme y que tendré que jugar otra vez el cuarto partido" de la final, con los Cavaliers en desventaja por 2-1 ante los Warriors, dijo James a cientos de miles de fanáticos, antes de dar un agradecimiento a sus compañeros, mencionándolos uno por uno.
James dio a los fanáticos locales más motivos para celebrar el miércoles, al declarar ante la prensa que pretende quedarse en Cleveland. Así, no hay en el horizonte cercano anuncios dramáticos, como el realizado por el astro en 2010, cuando dijo que se marchaba a Miami o el que hizo cuatro años después, para volver a los Cavs.
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